La marijuana legalizada y las ganancias al estado

Economia Solidaria

Hay varios gobiernos en el mundo que han hecho la paz con la marijuana. En algunos sitios está totalmente descriminalizada, en otros se le permite al usuario poseer hasta cierta cantidad antes de ser multado o penalizado.

Soy de la opinión de que es una pérdida de tiempo penalizar los vicios, quiera usted adoptar una visión salubrista o no. La lucha contra la marijuana es parte de la ridícula “guerra contra las drogas” que hemos presenciado por décadas. El argumento de que la legalización de la marijuana es deseable porque entonces el Estado podría devengar tributos de su venta no es uno que me conmueva ni considere de peso.

Es como si tuviésemos que recurrir al argumento fiscal para convencernos de que legalizar la marijuana es algo que se debe hacer. La gran pregunta, ¿es qué logramos con detener y arrestar a los ciudadanos por poseer marijuana?

Cierto es que en Puerto Rico una persona acusada de poseer una pequeña cantidad de marijuana se puede acoger a lo que se conoce como un programa de desvío siempre y cuando sea su primera infracción. El acusado tendría que tomar unos cursos especiales y su conducta monitoreada por el tribunal. Todo esto conlleva examenes de orina periódicamente. La acusación se archiva, y solo se reactiva si ocurre otro arresto por el mismo delito. La persona entonces podría encarar un periodo carcelario. Hay circunstancias en las que el arrestado no tendría el beneficio de acogerse a un desvío (por ejemplo, si la persona arrestada posea la marijuana en los predios o inmediaciones de una escuela).

De todas formas, desvío o no, hay gente presa en Puerto Rico meramente por poseer marijuana. La sabiduría de encerrar a una persona por posesión de “ganja” (como se le conoce también a esta planta) debe siempre estar en entredicho. El sistema carcelario de Puerto Rico no se conoce por rehabilitar.

Los estudios médicos no dan indicios de que la marijuana sea adictiva, o que sea más dañina que el alcohol. El argumento de que su uso desemboca en el uso de narcóticos más peligrosas como la cocaína y la heroína tampoco tiene validez.

En Puerto Rico, está pendiente en la Cámara de Representantes un proyecto de ley, originado en el Senado, que despenalizaría la tenencia de una cantidad mínima de marijuana. El pasado fin de semana hubo una demostración a favor de la medida en frente del Capitolio. El escándalo se formó cuando algunos de los manifestantes prendieron sus cigarillos de “ganja” sin que la policía se inmutara.

Al final de la tarde todo el mundo se fue para su casa y los reporteros a sus salas de redacción con una noticia más. Lo importante para mí no es que en el futuro se legalice la planta y el Estado pueda imponer tributos sobre ellas. Lo de los tributos no me importan; lo verdaderamente demencial es activar a todo un aparato penal por la tenencia de una yerbita.

Algo no marcha bien cuando la posesión de una botella de rón no acarrea ningún efecto legal, mientras un cigarrillo de marijuana le pueda llevar a un arresto y a una detención penal. Dificulto ver como es que somos una mejor sociedad porque arrestamos y encarcelamos a jóvenes por fumarse un pitillo de marijuana.

Crédito foto: Alexandre Ruoso, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)