El agua: ¿derecho o bien privatizado?

Economia Solidaria

altEn muchas ocasiones damos las cosas por sentado; creemos que todo seguirá la misma ruta siempre y que no careceremos de nada. Pero, reconociendo que como se dice popularmente la vida da muchas vueltas, es complicado prever el futuro, aunque sí se puedan tomar medidas anticipatorias.

Por ejemplo, la sequía que afecta a la Isla -y a tantos otros países- permite replantearnos el asunto mencionado anteriormente. Cuando, generalmente, se ha vivido con acceso libre e ilimitado al agua potable es difícil pensar la vida sin la disposición de la misma o de manera interrumpida, como sucede ahora con el racionamiento. Sin embargo, con algunos ajustes podemos continuar teniendo una calidad de vida aceptable sin mayores alteraciones. Piénselo así cuando le mencione que según la Organización de las Naciones Unidas aproximadamente “un 11 por ciento de la población mundial, no tiene acceso a una fuente de agua potable en condiciones”, vulnerando así un derecho básico. Un caso tan reciente de la imposibilidad de obtención de agua potable es el de la Franja de Gaza en el que las consecuencias de los ataques israelíes del pasado año aún hoy ocasionan la inaccesibilidad al líquido en un lugar de por sí perjudicado por la escasez.

Y si a esto le añadimos que personas de gran poderío económico plantean la “necesidad” de la privatización del agua, estamos ante una cuestión preocupante. Hace unos días me topé con una noticia, que circula desde hace varios años, sobre las declaraciones de Peter Brabeck-Letmathe, de la compañía Nestlé, que propone esa medida, ya que sostiene que el agua es un producto alimenticio como cualquier otro y por lo tanto debe tener una valor en el mercado. 

Esta percepción no debería sorprendernos mas sí alertarnos; recordemos que el agua embotellada se ha convertido en una gran industria cotizada para muchos, aun a costa de sus implicaciones. Recientemente y relacionada precisamente a Nestlé, se llevó a cabo una protesta en California que acusaba a dicha compañía de extraer agua sin permiso y embotellarla, y más cuando el estado pasa por una grave sequía. 

De manera que un recurso natural continúa siendo explotado por los grandes intereses económicos mientras parte de la población mundial no tiene ni tan siquiera acceso al mismo. En este punto, considero que todos, incluyendo obviamente a los Estados, debemos revaluar nuestras posturas acerca de cómo consideramos y manejamos lo que creemos nos está dado. Es ahí cuando la naturaleza proclama a viva voz quién tiene la razón: Ella.


Crédito foto: Tim Geers, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)