Crisis económica y financiera Puerto Rico y Grecias: distintos caminos

Economia Solidaria

Grecia y Puerto Rico son naciones muy diferentes, pero con un grave problema en común. El país helénico y la Isla del Encanto padecen actualmente una grave crisis económica y financiera. La mala situación económica comenzó hacia el año 2007, con la ruptura de la burbuja inmobiliaria de la banca hipotecaria de Estados Unidos. Este colapso tuvo como consecuencias que muchas economías a nivel mundial sufrieran una recesión.

Muy pronto, el mercado de valores sufrió una profunda caída en el precio de las acciones. Como resultado, se inició una gran recesión en Estados Unidos, la cual se extendió a nivel internacional.

Como alternativa a la recesión, Estados Unidos prestó ayuda monetaria a grandes bancos, buscando una salida a la crisis que afectaba el país. Como axioma del “capitalismo democrático", el Gobierno dispuso de enormes cantidades de dinero para salvar los poderosos intereses financieros. Las personas pobres no fueron incluidos en esta buena tajada de dinero.

La crisis económica repercutió tanto en Europa, como en los países latinoamericanos. Los casos que nos ocupan en esta ocasión son los de Grecia y Puerto Rico, por haber acaparado en los meses recientes, los titulares y la atención de diarios y revistas.

La crisis en Grecia surgió a finales de la primera década del siglo XXI, como resultado de las erradas políticas fiscales de sus gobiernos. Estos pidieron dinero prestado a los inversionistas internacionales, a la Eurozona y a la Unión Europea. Estos préstamos sobrepasaron en mucho sus capacidades de pago.

Instituciones como el Banco Central Europeo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se encuentran entre las instituciones que prestaron grandes cantidades de dinero a Grecia. Como resultado de los impagos, a Grecia se le cerró el mercado de inversiones. Sus bonos perdieron valor y solo pudieron acceder a la Unión Europea en busca de un rescate económico. Al día de hoy, Grecia negocia con la Unión Europea un nuevo rescate, pero en esta ocasión se le impondrán rigorosas medidas de austeridad.

El uso que se le dio a este dinero prestado, como el pago de la nómina gubernamental, el cuadre del presupuesto y la continuación del “Estado de Bienestar” fueron razones suficientes para engrosar la deuda pública. Diferentes gobiernos, con diferentes ideologías, no han podido controlar la deuda económica del país helénico. Grecia ha recurrido a la Unión Europea en dos ocasiones para obtener un recate económico de parte de sus diferentes gobiernos.

Recientemente, el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, realizó un referendo para preguntarle a la población griega si aceptarían las imposiciones de la Unión Europea, del Banco Central de Europa y del Fondo Monetario Internacional. El pueblo votó que No, pero luego el presidente Tsipras aceptó condiciones onerosas para negociar un tercer rescate económico. Algunas de estas condiciones aceptadas por Tsipras fueron la aprobación inmediata de una ley para limitar los beneficios a los trabajadores, la creación de un fondo para pagar la deuda pública, austeridad en los gastos gubernamentales, revisar las pensiones otorgadas a los trabajadores, reformas y aumento de impuestos, estabilización de los bancos griegos, e independencia de la Oficina de Estadísticas, entre otras medidas. Como podemos observar, son medidas promovidas por el neoliberalismo económico. Esta semana veremos los resultados que causen estas imposiciones de la Eurozona.

Por su parte, en Puerto Rico la economía cayó en una gran recesión para el año de 2007. Esta es una economía que es un apéndice de la economía de Estados Unidos. Un dicho popular señala que “cuando a la economía de Estados Unidos padece un resfriado, a la economía de Puerto Rico le da una pulmonía”. Después de la recesión económica surgida por la ruptura de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, a la economía de Puerto Rico le ha ido peor.

Por más de veinte años, los gobiernos conformados por los dos principales partidos políticos de la Isla recurrieron a las emisiones de bonos (tomar dinero prestado) en el Mercado de Valores de Estados Unidos. Aunque estas emisiones de bonos se justificaron para la construcción de obras públicas, el dinero fue utilizado para cuadrar el presupuesto que por disposición constitucional tiene que cerrar balanceado. También se utilizaron para el pago de la enorme nómina gubernamental.

Esta situación de continuar tomando dinero prestado se extendió a las corporaciones públicas. El resultado es que a 2015 la deuda asciende a $75,000.00 millones de dólares y las corporaciones públicas carecen de fondos.

Los organismos que regulan las emisiones de bonos, en el mercado de Wall Street, han calificado los bonos de Puerto Rico bajo el punto de inversión. Esta situación ha atraído a los llamados “Fondos Buitres”. El caso de Puerto Rico se agudiza por su relación colonial con Estados Unidos. Como colonia, Puerto Rico no puede tomar medidas financieras fundamentales para afrontar la deuda. El gobernador Alejandro García Padilla ha recurrido a cargar a los trabajadores y a la llamada clase media con onerosos y múltiples impuestos. El costo de vida se ha disparado a niveles astronómicos. El Gobierno sigue despilfarrando el dinero, contratando múltiples asesores e invirtiendo en propaganda de sus decisiones.

La legislatura puertorriqueña ha sido incapaz de proponer una solución a la crisis. Parecen estar más interesados en sus jugosos salarios, sus viajes y sus extraordinarios beneficios.

La emigración hacia Estados Unidos y otros lugares ha aumentado drásticamente. Se van profesionales como médicos, enfermeros, maestros, ingenieros y de otras profesiones que son necesarias para impulsar el desarrollo económico.

El gobierno de Barack Obama ha dicho que no intervendrá en los asuntos económicos de Puerto Rico. Como resultado de todo este caos, el Gobierno de Puerto Rico ha recurrido a renegociar la deuda. Esta acción es casi improbable.

Los bonistas presionan con costosa propaganda para que Puerto Rico pague su deuda. Es muy probable que la renovación de la deuda sea a unos intereses leoninos.

La situación económica de Grecia, aunque caótica, es diferente a la de Puerto Rico. Aunque Grecia es una nación soberana, las condiciones para negociar con la Unión Europea minimizan esa soberanía. La presión ejercida por Alemania para que la UE endurezca su posición contra Grecia limita el radio de acción del país helénico. En Puerto Rico, su condición colonial limita su posición ante la crisis económica. La incapacidad de declararse en quiebra, como los estados, no permite esta opción. La no cooperación del Gobierno federal causa que solamente Puerto Rico pueda tener como alternativa a la crisis el sector privado exclusivamente. Esto representa peores alternativas para afrontar este grave problema.

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