Puerto Rico: hacia la integración de los servicios para una población vieja

Economia Solidaria

El día de ayer el representante Javier Aponte Dalmau presentó, en conferencia de prensa, un proyecto de ley que busca consolidar los servicios disponibles para las personas de la tercera edad en Puerto Rico. Con un invierno poblacional que va en dirección de crear una sociedad de viejos, Puerto Rico tiene que comenzar a crear un sistema que responda más efectivamente a las necesidades de dicha población. En este momento tenemos más de una agencia con responsabilidad sobre los viejos. El Departamento de la Familia, el Departamento de Justicia, la Procuraduría de las Personas de Edad Avanzada y otras agencias tienen responsabilidades que muchas veces son duplicadas. Para poder dar respuestas efectivas a las necesidades de una sociedad donde la edad promedio será los sesenta años tenemos que comenzar a consolidar esos servicios por medio de un proyecto como el propuesto.

El Proyecto de la Cámara 2420 creará la Administración de Asuntos de las Personas de Edad Avanzada que servirá de base para la creación de un sistema administrativo que deberá responder a la realidad de la nueva sociedad que se avecina. Por el momento, seguimos actuando como si estuviéramos en la sociedad de la década de los años cincuenta, con una gran población juvenil y un crecimiento poblacional significativo.

Hoy la historia es totalmente distinta. Puerto Rico está perdiendo población, los que emigran son mayoritariamente jóvenes. Los ancianos se quedan en la Isla, muchas veces abandonados. Algunos de los que emigran lo hacen dejando a sus viejos solos, en la pobreza y sin cuidados adecuados para muchos de ellos. Otros ancianos han quedado en la pobreza luego de haber trabajado durante muchos años porque el sistema se encargó de privarles del fruto de su esfuerzo. Esa realidad cambia las prioridades de Puerto Rico. Si en la década de los años ochenta y los años noventa los niños eran primero, ahora, en el siglo veintiuno los viejos son primero.

Esta realidad que se nos impone implica un cambio generacional. Ya no hay que enfatizar el estudio de la pedagogía sino de la geriatría. Ya no hay que tener universidades para nuevos estudiantes sino espacios de reeducación para trabajadores desplazados. Ya no tenemos que abrir escuelas sino égidas. El tiempo de los cuentos de niños, las grandes escuelas y los proyectos educativos tiene que ser sustituido por el tiempo de los proyectos de integración de los ancianos, de vida para los retirados y de cuidado médico adecuado para los viejos. Puerto Rico ha dejado de ser una isla de jóvenes para convertirse en el proyecto del retiro, del anciano que viene a buscar sus últimos años en un ambiente tranquilo y pacífico. Ahora el proyecto de seguridad no es para cuidar jóvenes en canchas de baloncesto sino proyectos de cuidado para ancianos retirados dentro de nuestras ciudades.

Frente a esta realidad, el proyecto 2420 es una luz al final del camino. Integrar los servicios implicará disminuir la duplicidad y, por lo tanto, un ahorro en el manejo de los fondos. Crear una agencia que trabaje con los viejos promoverá una mayor integración de sus necesidades en la política pública y, por lo tanto, una mayor integración social. El futuro de nuestra isla son los viejos, y este proyecto es un buen comienzo.

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