Entre corruptos: el capital y nuestro derecho a una vida digna

Economia Solidaria

A lo mejor nos hemos olvidado de qué constituye una vida ética en la actualidad. Pero sin lugar a dudas, los conflictos de interés que pueden surgir por la posición social que ocupamos y luego los beneficios que nosotros podamos recibir, a partir de dicha posición, sin estar autorizados, pueden constituir un acto ilegal. De igual forma, el capital nos fuerza a acumular por encima de la vida misma, y no puede ser, por decir lo mínimo, ético. Más allá de todo, se trata de prácticas de corrupción que nos afectan a todos y todas en nuestro país.

Tres incidentes cubren el debate internacional: la separación del presidente, Joseph Blatter, y el vicepresidente, Michel Platini, de sus puestos en la dirección de la federación internacional de balompié (FIFA, por sus siglas en francés), por alegados actos de corrupción, conflictos de interés y beneficios personales y nepotismo. Hoy ambos se encuentra investigados criminalmente por las autoridades suizas, donde radica la sede de dicha organización.

De otra parte, en el día de hoy, las oficinas centrales de la firma de autos alemana, Volkswagen, ha sido intervenida por la policía de su país, luego de que se hiciera público que por más de diez años dicha compañía, y a sabiendas, alteró el sistema de computadoras y riesgo sobre emisiones que operaba en EE. UU. Es decir informaban algo que no hacía. Peor aún, el gerente general para EE. UU., Michael Horn, sabía de la trampa que estaban haciendo.

Nos parece aún más terrible la pérdida de vida humana en la desaparición del navío El Faro. Todo indica que el capitán de la embarcación zarpó para cumplir con un contrato de transporte. Esto fue aceptado hace unos días por la compañía propietaria de la embarcación, Tote Maritime Services, Inc. Es algo terrible, pero un contrato de transporte no puede ir por encima de la vida humana.

Finalmente, ha sido la senadora del oficialista Partido Popular Democrático, Rossana López, la única persona que ha preguntado cuáles son las consecuencias de dicho hundimiento. Más aún, ella también ha preguntado, quién es responsable. Pero mejor aún, cómo se logra revertir el daño que nos ocasiona dicha pérdida. Ahora hay que esperar por dicha investigación.

Lo cierto es que los que en Puerto Rico se han beneficiado de la corrupción de la FIFA, deben responder ante las autoridades en Puerto Rico. Los que venden Volkswagen, deben responder criminal y civilmente ante toda persona que vive en Puerto Rico y que consumió gases de más por las emisiones tergiversadas que marcaban dichos vehículos. Y finalmente, tanto la compañía Tote Maritime Services, como las megatiendas en Puerto Rico que forzaron a que el barco zarpara, deben de responder.

Usted dirá. Pero ya nos cansamos de la corrupción de los poderosos.

Crédito foto: Johannes Martin, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)