San Juan, 29 may (PL) El puertorriqueño Oscar López Rivera, que hoy cumple 31 años de encierro en cárceles de Estados Unidos, se mostró agradecido por la solidaridad que ha recibido de sus compatriotas y de otros pueblos. (RadioPL )
"El apoyo que he recibido ha sido una fuente de fortaleza que me ha ayudado a enfrentar y resolver los retos difíciles que he vivido en la cárcel durante los últimos 31 años, y seguir siendo moral y espiritualmente fuerte para seguir luchando y resistiendo", afirmó en una misiva divulgada hoy.
López Rivera, condenado por conspiración sediciosa por los tribunales de la nación norteña por su militancia revolucionaria, hizo un análisis de los cambios experimentados en el mundo en estas últimas décadas.
Destacó en particular los avances alcanzados en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, El Salvador, Nicaragua, Brasil y Argentina.
López Rivera subrayó el hecho de que Brasil y Argentina se encuentren gobernados por mujeres, Dilma Rousseff y Cristina Fernández de Kirchner, respectivamente.
"Y en Puerto Rico, la Marina de Estados Unidos ya no está presente en (la isla de) Vieques. Por desgracia, el cambio más importante para los puertorriqueños no se ha producido, debido a que el colonialismo parece estar más arraigada que nunca", expresó.
López Rivera citó al apóstol cubano José Martí al referir que un pueblo para ser libre necesita ser culto, lo que considera aplica a la nación puertorriqueña, aunque ha sido incapaz de romper con el colonialismo que le ha impuesto Estados Unidos.
"Creo que el puertorriqueño es un pueblo culto. Sin embargo, aún es un pueblo colonizado. También somos un pueblo moral, mental, espiritualmente fuertes. Pero no hemos sido capaces de convertir a Puerto Rico una nación libre y soberana", lamentó López Rivera, a quien Estados Unidos vincula a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico.
Criticó la celebración de una consulta de estatus en noviembre próximo por considerarla que, como dijo el científico Albert Einstein, "la repetición del mismo experimento, los resultados siempre van a ser lo mismo".
"Hacer eso no es más que un ejercicio de futilidad", insistió al llamar "a trabajar sobre los problemas que podemos resolver con los medios y recursos que tenemos a nuestra disposición" para convertir a Puerto Rico en una nación libre y soberana.