La salud como un derecho humano

Economia Solidaria

(San Juan, 10am) La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades (OMS). La promoción a nivel mundial de la salud como un derecho humano ha sido realizada por la Organización de las Naciones Unidas y por la Organización Mundial de la Salud. En el caso de las Naciones Unidas, esta organización ha aprobado algunas resoluciones que enmarcan este concepto, pero recordemos que las resoluciones de este organismo internacional no obligan sus estados miembros a cumplirlas. También el derecho humano a la salud se ha reconocido en algunos tratados internacionales. La concepción de la salud como derecho humano ha sido adoptada por algunos países desarrollados y en los países socialistas, más quedan muchos países subdesarrollados, que por su precariedad económica y la desigualdad social y económica no han reconocido o implantado este derecho fundamental.

En Estados Unidos, la pobreza, la desigualdad social y la discriminación, han impedido el desarrollo de un sistema de salud al alcance de todos. Este país no ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, no obstante se ha hecho mucho progreso para lograr el acceso de la población a los servicios de salud. En año 2010, se aprobó la Ley “Patient Protection and Affordable Care Act” (Obama Care.) Esta ley provee para que todos los ciudadanos americanos puedan obtener un seguro médico público o privado. También regula el costo que cobran las aseguradoras sobre estos seguros. Establece subsidios para los individuos y familias que viven bajo el nivel de pobreza establecido. Es un esfuerzo más para mejorar la accesibilidad a los servicios médicos disponibles. Esta ley no reconoce la salud como un derecho humano. En el sistema capitalista, siguiendo el neoliberalismo económico desde los tiempos de Ronald Regan y Margaret Tracher, también se implantó la privatización en Puerto Rico. Éste modelo convirtió la salud en mercancía, un negocio rentable para las aseguradoras de seguros médicos. En América, la privatización de los servicios médicos no ha alcanzado ningún avance para un seguro universal para la salud.

Países como Chile, Colombia y Costa Rica, que privatizaron estos servicios, han experimentado experiencias positivas o en algunos casos muy negativas. El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional han presionado a muchos países para que acepten el modelo neoliberal de privatización.

En Chile, el sistema de servicios de salud fue privatizado. En los tiempos de la dictadura de Pinochet, los servicios de salud fueron descentralizados y se redujo la aportación económica del estado en este renglón. Más tarde estos servicios fueron privatizados y se produjo un complicado método de selección del seguro médico por lo abultado de su oferta. Las compañías que administran los servicios médicos son privadas. De acuerdo a muchos chilenos “la salud dejó de ser un derecho social, se convirtió en un negocio. Mediante la privatización, el estado contribuye a desmantelar la salud pública. Otros países que también han privatizado los servicios de salud como Inglaterra, no han tenido buenos resultados. Es posible que el sistema chileno corra la misma suerte.

La experiencia de Colombia sobre la privatización de la salud es muy decepcionante. Este modelo de privatización fue impuesto debido a las políticas neoliberales del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. La privatización ha sido muy deficiente al considerar la salud como mercancía y no como un derecho humano. El nuevo sistema de salud es inaccesible para los campesinos y las poblaciones indígenas del país. El sistema sufre de un alto grado de corrupción que comienza desde los proveedores de servicios hasta las las más altas esferas administrativas gubernamentales. La sobrefacturación y la creación de compañías “fantasmas” han creado toda una red de corrupción en este sistema de salud. Los altos costos de los servicios de salud, unidos a una baja en la aportación gubernamental son factores que actúan en detrimento de este modelo. Son muchos los colombianos que piden la derogación de la Ley 100 de 1993 y sus correspondientes enmiendas de 2007. Aunque la cifra de cobertura aparenta haber aumentado, esto dicta mucho de la realidad. Son largas las colas para acceder a estos servicios y muchos de los pacientes mueren por la ausencia de éstos. Podemos concluir que la privatización de los servicios de salud es contraria al reconocimiento de ésta como derecho humano.

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