(San Juan, 10am) Es curioso pero la última vez que un pueblo caribeño se expresó a favor de una intervención de Washington en sus asuntos internos, posiblemente fue en el 1861, cuando el congreso dominicano, pidió la anexión de su país a dicho país del norte. Ayer fue el segundo momento en la historia regional del Caribe que pasa un hecho de esta naturaleza. Ayer, “miles” de personas marcharon a nombre de su dignidad, reclamando derechos de igualdad en el trato que el gobierno federal ofrece a los recipientes de fondos federales.
Ahora bien, la marcha de ayer es extraña, pues siendo esta motivada por el gobierno de la administración de Alejandro García Padilla y el Partido Popular Democrático (PPD), la misma pide, en efecto y de hecho, que se transforme la relación actual de la isla con la metrópoli. Para ser genuinos, el efecto de la marcha es, a partir de la soberanía popular, revocar la interpretación que desde el 1901 se le ha ofrecido a la cláusula territorial de la constitución de dicho país.
En este sentido, y ante al crisis fiscal, la única opción que ha promovido esta administración en el año 2015, es profundizar en el colonialismo, la integración formal de la isla a la metrópoli, y que el reclamo venga del soberano pueblo “tirado en las calles de la capital”. Es un momento, sin lugar a dudas muy compuso, y en El Post Antillano hemos llamado el proceso social y político de ayer, como uno de la “marcha de las pesetas” o “la marcha del mendigaje”.
Lo terrible de esto es que de forma genuina siempre hay otras opciones. La más fácil es recurrir a la metrópoli. De esta forma, la presente administración de García Padilla, como lo hizo la administración de Luis Fortuño del opositor Partido Nuevo Progresista (PNP, 2009-2012), ambas administraciones han buscado en Nueva York, y curiosamente no en la Florida, algún tipo de asociación que desde lejos podría interpretarse como la fusión de las legislaturas de un estado y un territorio, tal cual define la Constitución de los EE.UU. (Artículo IV, sec. 3).
Pero lo anterior se relaciona con la jornada de discusión que Microjuris propuso en el día de ayer en el Centro de Convenciones, en relación a hacer comercio con Cuba. La parte mas interesante fue cuando el presidente de la Universidad de Puerto Rico propuso hacer negocios de solidaridad con Cuba. En particular, que fueran los cubanos los que nos ayudaran a remediar nuestro sistema de salud.
Pues bien, hay modelos y hay modelos. Hoy, y en función de los partidos políticos que apoyaron la huelga de ayer, hay modelos de naturaleza colonial. Ahí ponemos al PPD, al Partido Independentista Puertorriqueño y al Partido del Pueblo Trabajador. Pero también hay otros modelos que no son colonialistas. Pensemos en el que propuso ayer la Universidad de Puerto Rico por vía de su presidente.
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