Más impuestos a los pequeños comerciantes: ¿es el momento correcto?

Economia Solidaria

(San Juan, 1:00 p.m.) No fue sorpresa enterarme que una organización de comerciantes y otros negociantes le ha pedido al secretario de Hacienda que posponga la inminente alza de un particular impuesto dirigido al sector privado. Me preocupa el efecto sobre los negocios de mediano y pequeño tamaño y el efecto del alza sobre la maltrecha economía de Puerto Rico que dicho impuesto pudiera tener.

Debido a una depresión económica y una deuda externa de $72 mil millones, el Gobierno está buscando dinero hasta debajo de las piedras. Hay una carencia de fondos para Hacienda y de empleos decentes en el sector privado. Medianas y pequeñas empresas crean la mayor parte de los trabajos en el sector privado de Puerto Rico. Lo que necesitamos son incentivos para que estos expandan y creen más empleos en una Isla en donde con urgencia se necesita más desarrollo económico. Además, la cantidad de nuevos impuestos en los últimos tres años está haciendo la vida de los puertorriqueños aún más complicada.

El malestar en el mundo comercial es el alza inminente de 4.5 a 11.5 por ciento del tributo a pagar sobre transacciones (servicios y ventas) entre comercios--es el llamado IVA (Impuesto sobre el Valor Agregado) o B2B (Business to Business). No obstante, cualquier crédito contributivo que pudiesen reclamar los negociantes, estos argumentan que no están preparados para un alza tan alta y que hay una incertidumbre sobre el procedimiento para cobrarlo.

El IVA entraría en vigor el primero de abril; la organización, Coalición del Sector Privado de Puerto Rico, quiere que esta fecha se posponga por 60 días. Alega también que Hacienda tampoco está preparada para implementar y fiscalizar el B2B. Para colmo, el 15 de abril es la fecha que les toca a los puertorriqueños rendir la planilla sobre ingresos.

Ayer, con mucho interés escuché al Gobernador Alejandro García Padilla rendir su mensaje sobre la Situación de Estado. Era el momento perfecto de ofrecer un plan para levantar la economía, pero no fue sí. Dedicó mucho tiempo a enumerar lo que considera los logros de su gobierno y a culpar a exgobernadores por su rol en causar la crisis fiscal. Hubo en el mensaje agrias y extensas críticas a legisladores y otros funcionarios de su propio Partido Popular Democrático que se han opuesto a sus proyectos de ley. Ni siquiera mencionó la implementación del IVA “mejorado” ni la propuesta en la capital de Washington, D.C. que crearía una Junta Federal de control fiscal sobre el Gobierno de la Isla y sus instrumentalidades. Puerto Rico es propiedad de los Estados Unidos dese 1898.

Mientras tanto, es solo recientemente que Hacienda ha montado una agresiva campaña para mejorar la deficiente captación de otro controvertible impuesto, también de 11.5 por ciento, pero sobre la venta de bienes y servicios al consumidor, el famoso “sales tax” conocido en Puerto Rico como el IVU (Impuesto sobre Venta y Uso). Por tiempo inmemorial, se decía con jactancia que lo bueno de nuestra economía comparada a la de mayor parte de los Estados Unidos es que no había un “sales tax”. Hace casi una década nos tocó, y de que forma. Gracias al IVU, comprar unas cositas en una tienda podría causar un malestar al consumidor cuando mira el recibo.

Sé que el IVA aumentado va a causar la misma falta de cumplimiento que ocurre con el IVU. Desde que entró en vigor el IVU en la década pasada ha habido una falta de captación adecuada por parte de Hacienda. Lo que pasa es que muchos comerciantes lo cobran, pero no lo remiten a Hacienda.

García Padilla terminó con un llamado a la unidad de todos los partidos en la tarea de convencer al Congreso federal de ayudar a Puerto Rico a salir de su crisis. Por lo demás, fue un mensaje lleno de hiel. Una pena.

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