(San Juan, 3:00 p.m.) A los negros y latinos no les gusta Bernie Sanders. Probablemente debería decir que a las comunidades negras y latinas no les agrada el mensaje político de Sanders. La pregunta que tenemos que responder es, ¿por qué los negros en los Estados Unidos, y los latinos, votan, aparentemente, en contra de sus propios intereses? Tal vez mi confusión es mucho más sencilla. Los negros y latinos no votan contra sus propios intereses sino en contra de nuestros prejuicios. Son nuestros prejuicios los que no nos permiten comprender las razones para que los negros del sur hayan votado por Hilary Clinton y en contra de Sanders. Bernie Sanders cree que sus estereotipos sobre los negros le van a servir para lidiar con los problemas de los negros. Ese es el problema real.
Es típico de la izquierda llegar a las comunidades negras y habla como si supieran qué esas comunidades necesitan. Sus necesidades reales son olvidadas en medio del discurso de la izquierda porque las comunidades son transformadas en una caricatura de sí mismas. Los negros sólo necesitan hablar del sistema de justicia criminal o de las prisiones, cree la izquierda. Y sí es cierto pero también tienen que hablar de las escuelas, sus hogares y de salud y seguridad. Los negros son ciudadanos también, como cualquier otro ciudadano.
Es igual cuando hablamos de las comunidades latinas en el proceso político. Los latinos no sólo piensan en inmigración y asuntos internacionales. Los latinos son también puertorriqueños que no necesitan visa para llegar al continente, ellos son ciudadanos que se preocupan por los problemas de vivienda, empleos y la protección del ambiente. La izquierda en Estados Unidos olvida las comunidades negras, los latinos y otras minorías son parte de la polis y que tienen derechos políticos.
La izquierda considera que las comunidades negras no se pueden organizar políticamente, que son incapaces de ser agentes políticos porque no son libres. La izquierda piensa que alguien de fuera de las comunidades puede comprender mejor las necesidades de las mismas y promover mejor su habilidad para articular un mensaje político coherente. La izquierda cree las comunidades negras necesitan su guía en la búsqueda de nuevos proyectos y luchas. Ese es el problema de la izquierda cuando trabajan con las comunidades negras y latinas.
Anoche Hilary Clinton ganó en grande en el sur de los Estados Unidos. La razón, según los expertos, es que los negros y las minorías votaron en mayor proporción a su favor que a favor de Bernie Sanders. Sanders saca buenos números con los liberales blancos del norte pero no con las comunidades minoritarias del sur. Algunos podrían argumentar que sus propuestas socialistas asustan a las minorías, las mismas que están acostumbradas a ser perseguidas por el estado.
Algunos podrán decir que Sanders perdió en las comunidades negras, y latinas, porque sus propuestas son muy liberales para un electorado minoritario conservador. Pensar que las minorías son conservadoras es otro prejuicio liberal. “Son conservadores porque son religiosos”, dicen algunos. Esa declaración es peligrosa porque podría significar que las personas religiosas son inferiores y poco inteligentes. Probablemente el argumento es a la inversa.
Las minorías votan por Hilary Clinton porque pertenecen al colectivo. Ellos votan por Hilary porque no quieren ser excluidos o señalados como radicales de izquierda. No podemos olvidar que fueron esas mismas comunidades minoritarias las que fueron perseguidas por el estado en tiempos de COINTELPRO. No debemos olvidar el impacto que dicha persecución tuvo en el nivel moral, social e individual de esas comunidades. Las comunidades fueron divididas, los movimientos aniquilados y las iniciativas populares de dichas comunidades fueron destruidas durante esa era. Esa podría ser otra razón que explique porqué las minorías, negras y latinas, votaron por Hilary Clinton.
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