Es importante pensar como fue nuestra experiencia en nuestros años escolares. Esto es importante pues en la vida, si un proceso ha evolucionado vertiginosamente, es lo que tiene que ver con los procesos, formas y contenidos, de la educación. En particular, con todo lo que tiene que ver, en los tiempos contemporáneos, con la educación a partir de la socialización del conocimiento de Internet.
En una conferencia internacional de arbitraje en Bolivia, el presidente de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio, Ambrosio Bertolotti-Facelli, explicaba de como el capital corporativo debe reconocer la gran brecha que se da entre las nuevas generaciones y las anteriores, en particular en los procesos de educación. Ante esto, indicaba el empresario, que todo proceso de educación debe tomar por base el sentido práctico e interactivo de la educación contemporánea.
En otro contexto, a lo que se refiere el empresario Betolotti-Facelli es a lo que se conoce en otros circuitos como educación democrática. Por este concepto se entiende que todo proceso de aprendizaje no puede continuar sosteniéndose entre el educando y el educador. Por el contrario, requiere de una democratización del conocimiento, de las formas en que enseñamos/aprendemos y sobre todo como medimos el aprendizaje. En esta medida, aprender tiene siempre un propósito – ya sea hacerme útil o hacerme libre, pero algún propósito tiene.
La apuesta debe ser dirigida a que el conocimiento en una era de tan fácil acceso, continúe expandiéndose por y provocando su efecto deseado: poblaciones con una mejor calidad de vida a partir de la enseñanza.