EL MIEDO A LA INDEPENDENCIA, ¿DE DÓNDE VIENE EL CUCO?

Historia

Hay realidades que no se pueden ocultar, y la historia es testigo de las mismas, por lo tanto podemos comenzar por lo más obvio. Piensa en que tienes un negocio y la competencia quiere establecer uno cerca, ¿no lo defenderías con uñas y dientes?

El banco te quiere quitar la casa que tanto esfuerzo te ha costado mantener, ¿no pelearías hasta agotar los recursos disponibles? Y así por el estilo puede haber un montón de situaciones donde defenderías lo que te interesa. Puerto Rico no es la excepción, como tampoco es la excepción ninguna otra colonia del mundo.

IMPERIALISMO

En una relación colonial, (creo que ya TODOS estamos de acuerdo que PR es una colonia) hay un colonizador (EU) y un colonizado (PR), donde el primero tiene los poderes y los derechos sobre el segundo, o sea que Estados Unidos manda aquí. También está requeteprobado.

Estados Unidos fue la primera potencia del mundo, (algunos dicen que lo sigue siendo), aunque China y el bloque Europeo podrían disputar esa supremacía, pero realmente no vamos a discutir ese asunto. Lo que realmente es importante, y bien sencillo de entender, es que tú no te conviertes en una potencia haciendo malos negocios, sino lo contrario. Si quieres formar un imperio, no lo puedes hacer estableciendo relaciones de pérdida, sino de ganancias. Ese es el caso de Puerto Rico.

La isla le pertenece a Estados Unidos desde finales del siglo XIX, 1898, cuando se la arrebataron a España con su victoria en la Guerra Hispanoamericana. No pretendemos dar una clase de Historia, pero algunos datos son importantes para que se entienda el trasfondo del miedo.

Para los Estados Unidos de Norteamérica, era sumamente importante tener presencia en el Caribe, y de ahí poder controlar militar y comercialmente el área, incluyendo un acceso directo a Sur América. Ciertamente les funcionó por muchos años, donde explotó EL MIEDO A LA INDEPENDENCIA, ¿DE DÓNDE VIENE EL CUCO?

los mejores recursos latinoamericanos para su beneficio, y puso y dispuso gobiernos que les favorecieran, creando un complejo militar alrededor del Canal de Panamá. El imperio estadounidense llegó a sus mejores momentos en esa época, y fue líder indiscutible del mundo durante gran parte del Siglo XX.

Puerto Rico era parte importante del plan, pero a su vez tenían que desarrollarlo para que sirviera mejor a sus intereses. Necesitaban subir su nivel de vida, la infraestructura, el grado de escolaridad, al tiempo que utilizaban sus tierras para establecer bases militares, fábricas de diferentes industrias con mano de obra barata, y un sistema de mantengo para ayudar al necesitado. Esa fue la política estadounidense hacia la isla después de la segunda guerra mundial: mejor que sus vecinos pero peor que los estados.

No hay duda que cuando tienes hambre, lo que necesitas es comer, cueste lo que cueste, y siempre estarás agradecido de esa persona que puso alimento en tu boca. Así de noble es el pueblo puertorriqueño. Y agradecido de un ELA que creó un sistema de “pan, tierra, y libertad” que aunque ninguna era totalmente cierta, nos trajo una infraestructura de edificios, urbanizaciones, residenciales, y mejores carreteras, que unidos a una autonomía supervisada, cumplió unos propósitos momentáneos.

Don Luis Muñoz Marín

Pero claro, como gran potencia y excelente negociante, cuando das $2 es porque vas a quitar por lo menos $5, y así ha sido la historia desde tiempos antiguos. Mejor dicho, te daban $2 luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando decidieron desarrollar a PR, porque antes de daban mucho menos y te quitaban más.

También desde tiempos antiguos ha habido gente que entiende que es un atropello esta relación comercial desigual, y que los puertorriqueños tenemos la capacidad de hacer algo mejor. Pero en esos tiempos el grado de sofisticación no era el mismo, la presión internacional era mínima, y los medios de comunicación estaban controlados totalmente, lo cual facilitaba que hubiera actos como La Masacre de Ponce, El Grito de Lares, el encarcelamiento y tortura de Pedro Albizu Campos, sin que el mundo se enterara.

Se institucionalizó que todo aquel que intentara algo contra el imperio, iba a ser mal visto, encarcelado, perseguido, torturado, y desacreditado frente a toda una sociedad que “gracias a los americanos” ahora comían mejor, tenían trabajo, y su nivel de vida había mejorado. Difícil luchar contra esa represión e intimidación, lo cual era una realidad. Como también seguía siendo una realidad que te daban $2, pero te quitaban $5.

Recientemente dieron por la televisión puertorriqueña, en forma de película, ese clásico de la literatura puertorriqueña, la novela de Enrique Laguerre, “La Llamarada”, la cual Ilustra de manera exquisita, pero trágica a la vez, las condiciones de trabajo y el atropello de los imperios azucareros norteamericanos en contra de los trabajadores puertorriqueños. Unos pocos se levantaron, y fueron silenciados de la peor manera, como se acostumbraba en ese entonces. Si no la viste, búscala.

Cabe señalar que la relación EU – PR pasó de ser una activamente abusiva en los inicios del siglo 20, a una pasivamente abusiva después de la PRERA  y la PRAA, que se convirtieron en los cupones en la década de los 70 y más recientemente en WIC, un cheque, la tarjeta de la familia, y las demás ayudas y subsidios.

Nos referimos con “activamente abusiva” a la relación casi esclavista, represiva, persecutoria, y criminal que se llevaba contra todo aquel que no estaba de acuerdo, mientras que la “pasivamente abusiva” comenzó cuando se dieron cuenta que Puerto Rico tendría un mayor potencial si lo convertían en algo mejor que el resto del Caribe, pero nunca como Estados Unidos.

Es en esa época que comienzan a dar ayudas para levantar la economía, calidad de vida, e infraestructura, que serían las bases de una mayor ganancia económica para el imperio. Mientras por el otro lado se seguía persiguiendo, reprimiendo, discriminando, y levantando expedientes contra todo aquel que estuviese en contra del gobierno establecido y controlado por el imperio. La famosa Era de Las Carpetas, que muchos años después fue declarada ilegal y devuelta a las víctimas de tan cruel acción.

No fueron pocos los cargos creados, las bombas plantadas, las persecuciones constantes, los allanamientos a hogares, los encarcelamientos injustos, incluso los asesinatos, que se hicieron en contra de quienes protestaban esa relación desigual. Peor aún, los hicieron ver como delincuentes ante el resto de la sociedad, mediante actos no cometidos por ellos, cuando solo buscaban justicia social y cese del atropello.

La violencia institucional, ya sea mediante la cárcel, la tortura, la muerte, el desprestigio, la persecución, la negación de oportunidades de empleo, la represión de todo tipo, el carpeteo, entre otras, es una gran culpable del miedo a irse en contra del imperio. Se utilizó tan inmisericordemente en un principio, que sus efectos han pasado de generación en generación.

Con eso te contesto parcialmente la pregunta del título. Pero claro, no es la única fuente del miedo, hay otras realidades cercanas e innegables, que hacen entendible el miedo.

EL CARIBE Y AMÉRICA LATINA

Si miramos hacia el Caribe, vemos pobreza, desigualdad crónica, comunismo, falta de libertades, hambre, sub-desarrollo, y condiciones de vida peores que en Puerto Rico. Todos esos países tienen algo en común: son repúblicas independientes y Estados Unidos no está con ellos.

Claro que eso causa miedo, no queremos retroceder, aunque la economía de República Dominicana está en crecimiento, los sistemas de Salud y Educación en Cuba son mejores que en Puerto Rico, y quizás otras ventajas que pueda tener cada isla sobre la nuestra, lo cierto es que en términos generales la mayoría de nosotros no cambiaríamos ninguna de ellas por la vida a la que estamos acostumbrados en Puerto Rico.

Algo parecido podemos decir de Centro y Sudamérica, sin embargo allá no hay tanta desventaja versus Puerto Rico.

Lo primero que viene a la mente del puertorriqueño que tiene miedo a la independencia es la situación de Venezuela, el comunismo, la inestabilidad social, la desigualdad, la expatriación aunque sea voluntaria, los golpes de estado, las guerrillas, los secuestros, el vandalismo, las quiebras, etc.

Sin embargo tanto Centro América como Sudamérica tienen países más y mejor desarrollados que Puerto Rico, con mejores condiciones de vida, y oportunidades de trabajo. Costa Rica, Chile, Ecuador, por mencionar algunos, están clasificados entre ellos.

Pero una vez más, no se trata de ver las bondades de otros países, sino entender de donde sale el miedo a la independencia.

AYUDAS FEDERALES

No hay manera de que no tengas miedo a que te quiten el dinero con el que alimentas a tus hijos, te alimentas tú, y cubres otras necesidades básicas. El WIC, la Beca Pell, el Plan 8, ¿qué los sustituye?

Bajo la independencia todas esas ayudas desaparecerán y necesariamente tienen que ser sustituidas por algo mejor, para convencer a la gente de que ser libre es una buena alternativa. Los héroes, los mártires, y otros personajes históricos y legendarios son buenos para leer de ellos, pero no para vivirlo cuando se ha estado acostumbrado a la comodidad de las ayudas, por lo tanto dame soluciones que no conlleven sacrificio.

Por aquello de tener una idea, diría que el 50% de los recipientes de esas ayudas conseguirán un empleo digno y se sentirán productivos, como hacía tiempo no lo hacían. Un 25% hará sus maletas y se irá a Estados Unidos a seguir viviendo de ayudas sin dar un tajo, o pocos tajos. Y el otro 25% continuará recibiendo algún tipo de ayuda de parte del gobierno de Puerto Rico, debido a su real necesidad, e incapacidad física o mental, para trabajar.

La vivienda será mucho más barata que en la actualidad, debido a la gran cantidad de casas desocupadas, y la Universidad Nacional será gratis. Con eso resolvemos lo de la Beca Pell y el Plan 8. No es nada difícil, aunque requiere los debidos procesos y ajustes que se darán durante la transición.

BENEFICIOS ADQUIRIDOS

Muchos de nosotros tenemos (porque lo hemos pagado) beneficios adquiridos a través de los años, tales como el Seguro Social, pensiones, 401K, Medicare, retiro por incapacidad, etc. Ciertamente da temor perderlos después de tanto sacrificio.

Tranquilos, eso no se va a perder. Sería parte de la negociación durante la transición hacia la independencia, definir la manera en que se recibirán esos beneficios adquiridos. Ya sea continuar recibiendo el cheque mensual, recibir un cheque por la cantidad acumulada, o el acuerdo que se logre en beneficio de ambas partes.

Estados Unidos puede tener muchos defectos como colonizador que nos ha mantenido engañados y explotados por más de un siglo, pero estoy seguro que el dinero pagado por nosotros, no se lo van a robar. No son de ese tipo.

SEGURIDAD

Ante la ausencia del Chapulín Colorado, ¿quién podrá defendernos de los ataques enemigos? Esa es una interrogante que tiene mucha gente, y aunque es fuente de miedo, no entiendo ni veo razón de que alguien nos quiera atacar. Esos tiempos de conquistas ya pasaron, estamos en los tiempos de alianzas, consorcios, tratados, negociaciones, intercambios, etcétera. A excepción de las guerras santas que llevan a cabo algunas facciones musulmanas, ese tipo de acciones no se ven a menudo en el mundo occidental, o sea, a este lado del charco.

Sin embargo, ante el poderío y la actividad continua del ejército estadounidense, además de ser una fuente de empleo para muchos puertorriqueños, no es casualidad que muchos vean esa institución como protectora y amiga, creando una dependencia artificial.

Nadie nos va a atacar, no hay razón para ello. Más peligro corremos ahora, teniendo en cuenta la cantidad de enemigos que tienen los Estados Unidos.

Una amenaza tal vez más realista para Puerto Rico, puede ser el tráfico de drogas y trata humana. En la actualidad hay tratados y acuerdos con países caribeños y Estados Unidos, a través de la DEA y otras agencias, para luchar con estas actividades criminales. Esos tratados, en lugar de desaparecer, deben ser reforzados.

Una Guardia Costanera boricua, la Guardia Nacional, y los diferentes cuerpos policíacos existentes, deben ser más que suficiente seguridad para una isla pacífica como Puerto Rico.

GOBIERNO

Si se van los americanos, ¿quién nos protege de la corrupción gubernamental que existe? ¿Vamos a dejar el país en manos de los que lo han traído hasta aquí? Ciertamente da miedo pensar en eso, y es fuente de inmovilidad para muchos.

Por lo menos tener el gobierno federal da una garantía de que algo se puede hacer contra el pillaje. No es casualidad que una mayoría del pueblo esté de acuerdo con la llegada de la Junta de Control Fiscal, ya que están actuando víctima del miedo y con mucho resentimiento por la corrupción y mala administración de nuestros pasados gobernantes.

No me cabe duda que hay una cantera enorme de gente buena, honesta, y deseosas de servir al pueblo con rectitud y transparencia, sin embargo no lo hacen porque resulta en una pérdida de tiempo bajo las condiciones actuales.

INDEPENDENTISMO

No piensen que iba a absolver al independentismo, de la enorme cantidad de miedo hacia la independencia, que existe hoy en día. Todo lo contrario, creo que es un actor principal.

El pueblo de Puerto Rico, ni el gobierno estadounidense si fuese el caso, van a entregarle el país a una clase política que representa una mínima porción de los puertorriqueños. No hay razón para hacerlo y sería un gran disparate.

Los independentistas ni siquiera nos podemos poner de acuerdo en puntos claves, ni pensar en filosofías, ni políticas, ni procedimientos. La soberbia, el intelectualismo, la rebeldía, y el afán de protagonismo son algunas de las causas de esto.

El independentismo quiere ser representante de la clase trabajadora, mientras cada día la representa menos. El pueblo puertorriqueño es un conjunto de 3.4 millones de ciudadanos que viven en Puerto Rico y otro tanto viviendo fuera de la isla.

El pueblo puertorriqueño son los cientos de miles que cogen ayudas federales, los que tienen que ir a trabajar después de dejar los hijos en la escuela, los más de un millón que van a las iglesias los domingos, los que están cansados de los políticos pero cada 4 años van a votar por uno de los dos partidos principales ya que representan estabilidad y seguridad, los que tienen miedo a la independencia porque representa un cambio drástico, los que bailan, ríen, inventan cuentos, están en clubes de diferentes tipos, llevan a los hijos a hacer deportes, los que chinchorrean los fines de semana, los que llenan el Choliseo para ver a Marc Anthony, los que ríen y lloran con los triunfos o derrotas de nuestros atletas,  en fin , el pueblo puertorriqueño es un pueblo noble, alegre, creativo, dinámico, pero acostumbrado a vivir bien, comparado a cuando miran hacia el Caribe.

No tengo dudas de que las mentes más instruidas, tanto política como sociológicamente, están en el independentismo, sin embargo están bien separadas del puertorriqueño común a quien quieren representar. No hay discursos más hermosos, ni análisis más profundos que los que salen de las bocas de ciertos independentistas. Sin embargo el ateísmo, el comunismo, el budismo, el islamismo, el anti americanismo, la violencia, el lloriqueo, el derrotismo, y la eterna confrontación con todo y todos, no son posturas que representan al puertorriqueño, independientemente de las bondades que puedan tener, si algunas.

No hay idea de algún independentista, que no sea criticada por otro independentista. A veces da la impresión que hay que criticarlo todo, que no hay manera de ser feliz, flexible, y participativo en ideas de otro. Parece que cuando estamos contentos nos pellizcamos para dejar de estarlo y pelear con alguien. Ese tipo de personas no representa ni puede dirigir un país.

Creo en la protesta, creo en la desobediencia civil, y creo también que si ellas no están atadas al sentir del pueblo, son un acto inútil que trae más daño que beneficio. Un pueblo que no protesta, es un pueblo que será aplastado por el poder de lo establecido.

Hay que saber escoger las batallas y las acciones, para que las protestas tengan efectividad. Si queremos ser libres, más de la mitad de los puertorriqueños también lo deben querer, de otra manera no sería democrático ni representativo. Es hora de cambiar estilos, mentalidades, y discursos.

Tal vez ese dirigente que esperamos va a salir del lugar menos esperado; del escritorio de una oficina, de la línea de producción de una fábrica, del banco de una iglesia, de las filas de uno de los partidos principales, no lo sé. Lo que sí sé, es que lo que tenemos actualmente está incapacitado de aglutinar fuerzas y representar a un pueblo tan diverso como el boricua, a menos que se organice un frente amplio de creyentes en la libertad como solución al estancamiento crítico en que estamos.

CONCLUSIÓN

Ya vemos que hay razones que explican y justifican el miedo a la independencia que existe en este país. Claro, cada persona es un mundo y ve las experiencias desde su punto de vista particular, pero hay factores sociales que influyen, porque crean esas experiencias.

Mientras el independentismo siga insultando y menospreciando a los que no creen igual, seguirá siendo el 10% del puertorriqueño (siendo generoso). Mientras siga distanciándose del sentir del pueblo, seguirá reduciéndose. Mientras siga protestando por todo sin dar alternativas viables, seguirá aumentando su inefectividad.

No hay duda que la independencia es la única opción digna que mantendrá nuestra identidad, pero no solo eso, sino que es económica, política, sicológica, y sociológicamente viable, además de ser la mejor alternativa.

Recuerden que para llegar a la independencia tienen que existir unas condiciones y unos procesos que pueden producir el liderato y forma de gobierno que tendrá la Republica de Puerto Rico. Quizás el más importante de los procesos será la transición y negociación con Estados Unidos, para el traspaso de poderes y acuerdos económicos. En esa mesa estarán por Puerto Rico, soberanistas e independentistas que representen más del 50% del país.

Hay muchos modelos económicos y gubernamentales exitosos en el mundo, que pueden servirnos de base para el nuestro. Lo importante es que sea representativo del sentir del pueblo, y busque la justicia social.

Solo nos resta educar, crear espacios, traer soluciones, identificarnos con la mayoría (sí, la mayoría son populares y penepés), flexibilizarnos, derrotar los miedos, unirnos, y demostrar en la práctica que la independencia es la que es.