Muchas experiencias vividas están marcando la historia de la danza en Puerto Rico. Para impulsar el tema del valor de la educación del maestro de danza en Puerto Rico. Todos los días me llegan diferentes historias. La más triste es la historia sobre una persona que dice ser maestro y jamás ha tomado la iniciativa de sentido de responsabilidad de estudiar la pedagogía de la danza o experiencias educativas de generación en generación. ¿Quién se perjudica?
La profesión de la danza en la isla. Tristeza y vergüenza ajena ante otros colegas fuera del país que observan cómo está la danza aquí. Los niños y jóvenes que al crecer se frustran porque se dan cuenta del tiempo perdido. “es que me enseñaron que era así”, “llevo 11 años estudiando la técnica cubana” y todavía está en un nivel intermedio con el eje fuera de sitio, difícil corregirla por la memoria muscular. No imposible, pero se frustran. Y sobre la ética profesional del maestro o directores de escuelas/compañías? La ética profesional es parte de la educación, de la disciplina tan exigente que requiere el arte de la danza para que crezca con calidad.
Como educadora de maestros razono con mis estudiantes, mayores de edad, el valor de investigar, estudiar, razonar no solo la mecánica física, pero si el de donde nace todo el proceso de movimiento. Una de mis estudiantes decidió hacer una investigación sobre el tema cual comparto con ustedes.
Según el Plan Educativo Nacional, la educación es uno de los factores más influyentes en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimiento enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. Esto implica que la educación es en otras palabras una herramienta necesaria que promueve el crecimiento no tan solo personal, sino cultural y contribuye a la mejoría del mundo.
Para impartir la profesión de la pedagogía, profesión que se encarga de educar a los niños y adolescentes, es necesaria una educación andragógica. La andragogía es la ciencia y el arte de educar a los adultos. Esto quiere decir que toda persona que cumpla con los estándares establecidos por el gobierno de su país para ser considerado adulto y curse grados universitarios y postgraduados estará recibiendo dicha educación. Por tanto, toda persona que desee hacer de la pedagogía su oficio y profesión debe educarse, graduarse, obtener un diploma, certificación o licenciatura para poder ejercer la misma.
En Puerto Rico la danza es la única rama de las Bellas Artes que no tiene un curso o programa para la enseñanza pedagógica en el país hasta el día de hoy. La Universidad del Sagrado Corazón lanzó un programa piloto para las personas que deseen estudiar para desarrollarse como bailarines o coreógrafos profesionales, pero no es un curso universitario que se dedique a la enseñanza metodológica, sino uno que se dedica particularmente a la práctica. Actualmente para impartir la enseñanza metodológica de la danza en el Departamento de Educación de Puerto Rico no es necesario tener estudios universitarios sobre el campo. Simplemente se les requiere a las personas que impartirán dicha especialidad 18 créditos para poder ejercer la especialidad científica. Esto quiere decir que en Puerto Rico contamos con una comunidad magistral de “profesionales” en la danza no apta para impartir dicho curso, pues no cuentan con una preparación andragógica en el área por consecuencia de la inexistencia de universidades en el país donde se pueda estudiar dicho curso.
Los estudiantes involucrados en programas de escuelas especializadas se han visto afectados por la falta de conocimiento de algunos maestros que tienen como deber el educar sobre el arte de la danza. Esto ha afectado al estudiantado de varias formas: en algunos ha causado frustraciones y depresiones, mientras que en otros ha despertado la sed y necesidad de conocer más sobre el tema. La mayor necesidad actualmente es la implantación de un Conservatorio de la Danza que imparta no tan solo cursos prácticos, sino también andragógica para la educación del maestro de la danza. Que tenga como visión y meta el desarrollar una educación formal en el campo de las bellas artes, con énfasis en las investigaciones, técnicas y metodología de las enseñanzas de la danza, para propiciar el desarrollo intelectual y estético de los estudiantes, artistas y profesionales.
Según mis investigaciones Aprodanza es una organización sin fines de lucro que dio comienzo en el año 2008 ante la inquietud de crear conciencia en nuestra comunidad de la necesidad de establecer un núcleo de educación superior en danza y reconocer al profesional. Su filosofía es conservar relaciones y afiliaciones con organismos locales e internacionales sin menoscabar su autonomía e independencia institucional. Gracias a esta organización a partir del año 2016, los profesionales de la danza tendrán la oportunidad de cursar estudios metodológicos y andragógica en dicha especialidad y contarán con una certificación válida para ejercer por medio del Departamento de Recreación y Deportes de Puerto Rico.
Gracias a la Asociación Profesionales de la Danza muchas personas han podido recibir educación sobre el rol y la importancia que tienen la Danza y las Bellas Artes en la sociedad. Sobre todo, se ha podido crear un movimiento dentro del campo que apoya y motiva a los estudiantes, artistas, maestros y profesionales de la danza a luchar por una educación de excelencia que vaya a la par con la educación que se imparte en los países hispano americanos y por consiguiente, a luchar por nuestro derecho de tener un Real Conservatorio de la Danza en Puerto Rico.
Por eso cito las palabras de Daniel Nina para El Post Antillano en el artículo “Día Internacional de la Danza: La Revolución de la Danza”, cuando dijo, y cito, “Entonces el país va pasando, muy a pesar del gobierno, muy a pesar de las cerveceras que nos imponen una cultura mercantil, y muy a pesar de la dejadez de algunos sectores que reclaman, que aquí no está pasando nada. Muy por el contrario, aquí está pasando demasiado. Aquí hay una revolución en movimiento. Y sin lugar a dudas, como diría el teórico chileno Fernando Mires, esta es la revolución que nadie soñó. Es una revolución inspirada por la cultura, y expresada por la danza. “
La enseñanza andragógica de la danza es necesaria para fomentar y desarrollar un capo magistral en dicha especialidad capaz de impartir el arte de la danza de manera correcta basándose en estudios científicos, analíticos y prácticos. Puerto Rico sufre ante la necesidad de la implantación inmediata de un Conservatorio de Danza, pues muchos talentos nacionales recurren a la idea de emigrar para poder alcanzar una educación completa en el campo y poder convertirse en profesionales dignos. Es bueno recordar la frase del filósofo inglés John Locke: “El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, como en producir en el alumno amor y estima por el conocimiento.” De esta manera, lograremos un Puerto Rico capaz de amar el arte de la danza y verla como una profesión por la cual se contribuye a la mejoría del mundo. “Si elevamos la educación, fomentamos un alto sentido de responsabilidad y orgullo en su profesión” - Jesús T. Piñeiro
Con estas citas se inicia el 15 de septiembre 2016 el Programa Educación Continua de Aprodanza en alianza con el Departamento de Recreación y Deporte en el CBA Luis A. Ferre en Santurce. Porque la danza es arte, es recreación, es cultura, es ciencia, es salud, es un estilo de calidad de vida.
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