Primer Simposio de Historia de Ponce

Historia

altLa Asociación Puertorriqueña de Historiadores y la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico llevarán a cabo el próximo martes 27 y miércoles 28 de septiembre el Primer Simposio de Historia de Ponce: Ponce Historia, Cultura y Sociedad. El evento tendrá lugar en el Teatro Monseñor Vicente Murga entre las 8:00 am y las 4:00 pm. Habrá conferencias, conciertos y una feria de artesanías. La entrada es libre de costo.

El Simposio tiene como meta primordial gestar conciencia de sentido de pertenencia entre todos los puertorriqueños tomando como ejemplo el gran amor que los ponceños sienten hacia la Ciudad Señorial. El “ponceñismo”, como se conoce este fenómeno tan característico de los nacidos, criados y adoptados por la Perla del Sur, en inherente entre los ponceños como debe ser la puertorriqueñidad para todos los que tienen raíces en el Archipiélago Borincano.

Como parte de este escrito incluyo las palabras con las cuales inauguremos el Simposio.

Ponce es Ponce… y los demás, bueno, lo dejamos a su imaginación. La Ciudad Señorial es bastión socioeconómico y cultural del sur del país. La Ciudad de los Leones, gran señora del Caribe, ha contribuido a la formación de la idiosincrasia nacional y ha aportado en todos los niveles al progreso del país. La importancia de la ciudad es tal que ha sido bautizada como la segunda capital del país, tanto por su pujanza económica, su dinámica vida cultural, su fastuosa arquitectura, como por ser la cuna de tres gobernadores y tres primeras damas del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

Desde su fundación oficial en 1692, Ponce ha marcado hitos. El siglo XVIII fue permeando las características que definirían la multiplicidad y la pluralidad de la ciudad decimonónica. Para la segunda mitad del siglo XIX, Ponce era la principal ciudad comercial del Archipiélago Borincano y su puerto, ilícitamente, el de mayor cabotaje. Cuando en 1877 fue declarada ciudad por la corona española, la Perla del Sur era una de las joyas arquitectónicas más elegantes de América. También para esa época la ciudad había aglutinado en su comarca a los librepensadores del país que buscaban liberarse de las asfixiantes regulaciones del régimen colonial español. Ponce vio nacer en el afamado Teatro La Perla el Partido Autonomista de Román Baldorioty de Castro, que lograría la Carta Autonómica para el país.

La invasión estadounidense no amilanó a los ponceños, quienes continuaron definiendo la ciudad ejemplar con la que una vez sus idearios y fundadores soñaron. La Ciudad de las Quenepas fue sinónimo en el siglo XX de progreso socioeconómico, liderazgo político y riqueza cultural. Cuatro de las principales figuras políticas del país, fuera ya por nacimiento o adopción, son ponceños: don Pedro Albizu Campos, el Lcdo. Rafael Hernández Colón, don Luis A Ferré Aguayo y don Roberto Sánchez Vilella, representante de los tres movimientos políticos que marcaron el siglo XX, el nacionalismo independentista, el autonomismo y el anexionismo.

Ponce se reinventa a finales del siglo XX. El gobierno municipal inició el rescate del casco urbano. Ponce se engalanó con museos, actividades folclóricas y se inició el empoderamiento de las comunidades para impulsar y fortalecer el empresarismo.

La crisis fiscal estatal y la apatía gubernamental hicieron mella en la Ciudad, pero se iniciaron esfuerzos independientes para fortalecer la educación, la gestión cultural, el desarrollo laboral y el turismo.

Parte esencial de la revolución sociocultural y económica que transformó a la Perla del Sur en la segunda mitad del siglo pasado lo es la fundación de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, una institución educativa con profundas raíces en las tradiciones cristianas ponceñas. La PUCPR complementó la génesis cultural de la ciudad, pero también fue motor económico porque atrajo a sus aulas estudiante de todo el país que aportaron a los bolsillos de los comerciantes y a las arcas municipales. La visión cosmogónica y el ideario popular integran la Ciudad y la Universidad convirtiéndolas en homónimos la una de la otra.

El Primer Simposio de Ponce: Ponce, Historia, Cultura y Sociedad es un encuentro con la evolución histórica de la Ciudad Señorial desde sus inicios precolombinos hasta el presente. Es también un encuentro entre la PUCR y la ciudad donde está enclavado su recinto principal. Pero además es un encuentro entre Ponce, la PUCPR y el resto de la nación puertorriqueña.

Esta reunión entre historiadores, educadores y comunidad es un proyecto que nace en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR) gestado por un grupo de exalumnos que son miembros de la Asociación Puertorriqueña de Historiadores (APH) y docentes de la institución. Podemos distinguir entre los idearios y organizadores del proyecto a los profesores Noemí Rivera De Jesús, Xedric H. Díaz Santiago, Edgardo Alvarado Grau, Beverly Zapata, Neysa Rodríguez, Lcda. Zaimy Rodríguez Sánchez y el estudiante Joel Cosme. Debemos mencionar también a amigos de otras instituciones universitarias que se sumaron al proyecto inmediatamente, Prof. Luis Caldera Ortiz, Prof. Carlos Carrero Morales, Dra. Raquel Brailowsky Cabrera, Dra. Ramonita Vega Lugo, Lcdo. Eduardo Quijano y el estudiante Kevin José Sánchez González.

Los propósitos de este Simposio no solo incluyen el dar a conocer la historia de Ponce, la de la PUCPR y la APH sino que incluyen el estimular el sentido de pertenencia a la Patria, la investigación histórica local y regional, la microhistoria e iniciar un dialogo nacional que nos lleve a definir el derrotero que el país tomará en el siglo XXI.

Queremos del mismo modo promover la educación humanística, la revalorización ético-moral de la sociedad y la afirmación identitaria como vía para la sanación emocional y espiritual de la nación puertorriqueña. Estos son elementos cruciales para liberar a Puerto Rico de la crisis socioeconómica y cultural por la que atraviesa porque es a través del conocimiento de nuestras comunidades que obtenemos la información necesaria para gestar respuestas e implementar soluciones.

Puerto Rico necesita conversar consigo misma, con sus comunidades, con sus instituciones y organizaciones. Ponce y el “ponceñismo” son ejemplo de lo que podemos lograr cuando creemos en nosotros mismos. Este es el primero de un gran diálogo nacional que nace en la Perla del Sur y en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico con la colaboración y compromiso de la Asociación Puertorriqueña de Historiadores para transformar la sociedad nacional y construir una nación holística, integrada y solidaria, donde el bienestar de todos los puertorriqueños y puertorriqueñas sea una realidad.

¡Iniciemos el dialogo!