Nelson Ruiz Colón: sobre la fe, y un regreso a la justicia

Caribe Hoy

altLiteratura del exilio. Vasto universo terrenal sitiado por las divergencias, los soliloquios que llevan dilemas con el encierro, la sensación de ese “no regresar” o de una espera desgarradora en su silencio; el exiliado puebla ardores contra su propia sombra, carga sus nudos como víctima, interroga y se interroga a sí mismo, pues con el exilio, la búsqueda, es religión. Dos exilios, de varias generaciones de exilios me siguen conmoviendo; Ibn Zaydun y Rodrigo Díaz de Vivar; figuras de llanto interior, de amor y sombra, catarsis y a su vez de gran palabra. Dos hombres expulsados de su propia arena, de su propio aire, de todo lo que los había nacido. Zaydun, poeta neoclásico, o mejor, llámenosle “Abenzaidún” vivía su amor intenso por Wallada, la hermosa hija del Emir de Córdova Abulhazam Ben Chauar.-España era en ese entonces, absolutamente árabe-pero las erratas del amor, eran sucedáneas y tempestivas.

El poeta es acusado de un delito y es encarcelado, escapa y se lanza al exilio; la poesía hizo de él una auténtica luminaria del verso amoroso y estético. Ese exilio era la imagen de Wallada, de búsqueda y aliento. Díaz de Vivar, por su parte, caballero castellano, campeador, armazón de albas y leyendas; su exilio es recreado con dramatismo en “El Cantar de Mío Cid” cada batalla, cada unificación o destierro, y en algún lugar de la alta noche Jimena, estrella y círculo, el alma imposible. Solo unas líneas que escribo sobre cómo siempre anda entre nosotros esa literatura sin punto cardinal o destino cierto. Y en esas páginas me alcanza Joseph Roth, escritor austriaco de origen judío, cuyas obras “La Rebelión” o “La marcha de Radetsky” han inspirado mundos, y refleja el caminar del hombre bajo los dominios que, creídos de él, realmente caducan en sueños, y la realidad se encrudece y “destierra” al lector hasta la dimensión misma de su queja.

Es precisamente Roth y “La Rebelión” quienes inspiran a Nelson Ruiz Colón a contemplarse en el viaje no escogido y que ya después de la vorágine, ha dejado largas palabras de reflexión; en buen paralelismo, a pesar del tiempo, son seres que lo han perdido todo en un lapso brutal e incomprendido; Roth pierde a su familia en un campo de concentración durante la dominación nazi, pierde a su esposa por la esquizofrenia, sus escritos no maduran, hay lagunas cercando la cordura y la memoria; Ruiz Colón pierde 28 años de su vida desde aquel 3 de agosto de 1993, cuando en un operativo policiaco sin precedentes es arrestado junto a Nelson Ortiz, y José Caro ¿de qué se les acusa? del asesinato de la joven Glorimar Pérez encontrada en un paraje solitario ya cosido por fantasmas, que huyen y se diluyen, y que bajo una oscura estrategia de maquinaciones, falsos testigos, torceduras de brazos, fabricaciones, los llevaron directo a la cárcel, sin tregua, y con la inocencia estrujada muy lejos de la voz y de la conciencia.

Hoy, todo ha pasado. Pero ha quedado levantado un gran mosaico con diversos corredores de eventos, eslabonados, fuertes, viscerales, pero con una verdad confirmada por el mismo sistema de justicia que le condenó. Nelson Ruiz Colón es el autor de “El otro exilio: los demonios de la justicia” (Palabra-Pórtico Ed 2016) y es el autor de una vida donde la fe, la razón, la soledad, el amor de Gloricruz Reyes, las lágrimas, y esa armadura a prueba de toda duda, que sirvió, para que al final y para siempre, poner sobre el tapete su inocencia, y las inocencias compartidas con Nelson Ortiz, y José Caro. Ver, respirar, anclarse en la libertad tan negada, y ocasiones innumerables, tan propicia al ahogo que, como Roth, solo lleva rebelión. Y esa rebelión es filosofía de vida, de entendimiento, de corrección de almas, como ahora quiere hacer en su testimonio al mundo:

1. Luego de 20 años en una cárcel, injustamente, por fin la justicia ha escuchado tu voz. ¿Qué se aprende de lo vivido?

Luego de 20 años de injusticia aprendí que la vida es una y que no somos su dueño, estamos a merced del estado y ellos disponen, y pueden hacer con la vida de un ciudadano lo que quieran. Aprendí que hay que disfrutar junto a nuestros seres amados, pues no sabemos cuándo una desdicha llegue a nuestras vidas y eclipse la utopía en que vivimos.

2. ¿Cómo encuentras tu país, tu pueblo, los amigos, tus familiares? ¿Qué echas de menos, qué desearías volviese a su punto de origen?

Mi país está sumamente cambiado, en cuanto a lo tecnológico, me llama mucho la atención que en todos sitios tienes que oprimir números, claves o pantallas táctiles, y por ultimo presentes lo que quieres comprar para que le pasen un "scanner".

Mis amigos están llenos de canas, mas gorditos, sus ojos se llenaron de amaneceres.

En cuanto a mi familia, de mis abuelos solo quedan unos hermosos recuerdos y mucha nostalgia. Mis padres, hermanos, mi hija, y los seres que me quieren, están muy felices de tenerme a su lado; pero con profundas heridas en sus corazones. Mi pueblo es distinto, está muy cambiado. Hoy me gustaría dar marcha atrás y retomar la vida de mi hija cuando la dejé de 5 años, y poder verla crecer, y convertirse en la mujer que es.

3. ¿Cómo ves la vida ahora desde la orilla de la libertad?

Ahora veo la vida desde otra perspectiva, todo es importante, aprendí a valorar las cosas que antes eran insignificantes para mí. Ver un amanecer, un ocaso, las estrellas, el mar, la familia, la comida. Todo es importante ahora, antes no le prestaba la importancia que tienen porque nunca había carecido de ellas.

4. ¿Somos realmente libres? ¿Vivimos todos en un encierro basado en circunstancias?

Nadie es verdaderamente libre. Muchos viven presos de la oscuridad porque no ven, otros viven presos de una silla de ruedas, otros viven presos de la avaricia, del vicio., del teléfono, del "facebook” ... Todos de alguna manera vivimos en nuestra propia cárcel. A veces no nos damos cuenta de lo verdaderamente importante en la vida, solo pensamos en nuestro bienestar y no vemos lo que sufren los demás; y los problemas y las vicisitudes que viven otros.

5. ¿Podemos como ciudadanos y seres humanos confiar en la Justicia?

Quisiera decir que sí, pero por mi experiencia y por muchos otros casos que vi en la prisión, tengo que decir que en PR se fabrican muchos casos, y el Sistema está diseñado para promover que las personas que no tienen los recursos, se declaren culpables, aun sin cometer el delito. Además, los seres humanos no son infalibles, mientras la justicia se administre por seres humanos, se cometerán errores e injusticias.

6. Has escrito un libro, como memorial en este trayecto de soledad, dolor e incertidumbre. Háblanos de ese testimonio.

“El Otro Exilio: los Demonios de la Justicia”, lo escribí bajo una profunda agonía y dolor. En esos momentos me sentía perdido, las esperanzas se me iban agotando, creía que no iba a salir de la prisión, y decidí que era el momento de sacar mis sentimientos y plasmarlos en un libro para desahogar todos aquellos sentimientos que vivían dentro de mi corazón y mi mente. En un libro con un lenguaje sencillo, fácil de leer y espero que pueda servir de ayuda o material de enseñanza para todo el que lo desee leer, incluso la universidades y escuelas.

7. Planes, proyectos, háblanos de una vida que se retoma y se reinventa.

Mi vida acaba de comenzar nuevamente, renací hoy miro al futuro de manera diferente. Tengo muchos deseos de disfrutar mi vida con mis familiares y mi pareja, mi hija, mi nieta. También siento que todavía tengo mucho que darle a mi Puerto Rico, trabajando, dando charlas, y poniéndome a la disposición para llevar un mensaje a mi pueblo. Muchas cosas por vivir.

8. Mensaje final a los familiares de Glorimar Pérez, a los jóvenes y al pueblo de Puerto Rico.

A los padres y familiares de Glorimar les pido que abran su corazón y se permitan sanar todas esas heridas. Que busquen la verdad, y miren todas las trampas que hicieron los fiscales y la policía, para lograr una convicción incorrecta en este caso. La entrega de la Corona no es un simple hecho aislado, venía con un plan y mucha malicia. Les pido que busquen y pregunten a mis testigos, y encontrarán la verdad. Además, que exijan al departamento que hagan una investigación seria para que al fin puedan encontrar a los verdaderos asesinos de Glorimar, como nosotros lo haremos también. Por último, si les satisfice los 20 años que pagué en prisión inocentemente, ya pagué por el crimen de su hija, aun sin haberlo hecho.

A los jóvenes y al pueblo de PR les exhorto a vivir intensamente, a disfrutar sus seres queridos, no pierdan un solo instante porque en cualquier momento la vida nos puede arrebatar lo más preciado.

Se quedan hacia un nuevo archipiélago de luces, las palabras que una vez Joseph Roth plasmó en “La Rebelión” si acaso, para recordamos cuán falible será para siempre nuestra esencia:

“Me sometí a las leyes de mi país porque pensé que las había ideado una inteligencia superior a la mía; y que las impartía una gran justicia en nombre del Señor que creó el Universo; que pena que haya tenido que vivir más de cuatro décadas para darme cuenta que estaba ciego a la luz de la libertad, y que solo ahora en la oscuridad de la prisión he aprendido a ver’’.