En torno a una cultura de paz

Cultura

Varios países del Caribe, se encuentran entre los más violentos del mundo. Este es el caso para Jamaica, Trinidad y Tobago y Puerto Rico. Para bien o mal, la tasa de asesinatos en estos países se encuentran en tasas de sobre 30 asesinatos por 100 mil personas. Como atajar esta violencia, que es en parte producto de los tráficos y actividades ilegales, pero que también son resultados culturales, es un asunto muy complejo.

En el caso de Puerto Rico, en el contexto de un fuerte endurecimiento de las leyes del sistema de justicia criminal por parte del estado, hay pocos modelos que planteen la paz antes que la represión para controlar la criminalidad. En esta medida, la cultura dominante es la de represión y el uso de políticas de “mano dura” (control autoritario) por parte del estado se ve como algo normal.

 

No obstante, hay un modelo que origina en la ciudad de Chicago, en los EE.UU, que plantea otro tipo de modelo, de inclusión y no exclusión de las personas que se dedican a partir en la violencia. Se trata del modelo Cease Fire (o Alto Al Fuego), el cual plantea un modelo de intervención directa en la violencia (homicidios) y de neutralizar a las personas que participan en esta. Dicho modelo hoy se desarrolla en el Caribe en las islas/naciones de Puerto Rico y Trinidad y Tobago por decir por lo pronto dos lugares. No obstante este modelo ha sido utilizado ya en múltiples lugares del mundo, entre otros África del Sur, Iraq, Honduras y en casi todas las grandes ciudades de los EE.UU.

A fin de cuentas lo que este modelo promueve es una cultura de paz. Una cultura donde las diferencias no se pueden medir a partir del uso de actos destructivos, sino constructivos. Donde las diferencias inter-personales no se diriman con una bala. Por el contrario, lo que se busca es desarrollar una cultura de tolerancia a la diversidad. ¡Que se haga la paz!