A un mes de Cannes

Cultura

Con solo un mes pasado desde su participación en el Festival de Cannes, el cineasta boricua Álvaro Aponte Centeno se prepara para sus futuros proyectos entre los que se encuentra un largometraje que ya comenzó a trabajar.

Para Álvaro Aponte Centeno, Cannes fue solo el comienzo; el cineasta expresó que a un mes del festival de cine más importante del mundo se han abierto mil puertas para el cine caribeño y para él, quien ya trabaja en su próximo filme que según estima podría culminarse dentro de 3 años.

Según declaró el boricua exclusivamente a El Post Antillano la experiencia en Cannes fue una de taller, de alta motivación con una dosis de arte que le impulsa ahora a continuar con su cinematografía. Confesó que esta nominación le inspiró a continuar y que ya comenzó a trabajar el proceso inicial de su primer largometraje. El director de Mi Santa Mirada, que ya fue aceptada en una competencia australiana, expresó que se dedicó a terminar su proyecto justo a tiempo con las fechas que el festival requería.

Inicialmente, la espera tocó la ansiedad del natural de Puerto Rico, que llegó a sentirse ansioso hasta que recibió una llamada a las 9 de la mañana departe de La Semana de la Crítica que le subió los ánimos al nivel de no creerlo, para que al próximo día fuera confirmada su nominación por parte de los evaluadores de Cannes.

Aponte dijo sentir en el festival un gran respeto al cine, tanto como arte y como medio social. Exclamó también sentir un gran respeto hacia los directores que se presentaron junto a él en la competición, que de manera recíproca compartieron este sentimiento, que se dejó sentir también de parte de los comités evaluadores. Declaró que entre los directores de los cortometrajes tenían una sociedad de equitativos y que cada cual tenía su favorito, revelando que él también tenía los suyos: “Cualquiera de los otros 9 cortos (metrajes) podía ganar”, compartió.

El cineasta de 32 años sostuvo que logró su cometido. Según el “feedback” recibido de parte de los otros directores, los evaluadores y el público, Mi Santa Mirada llevo un mensaje claro y logró capturar el retrato de la violencia en los espacios del Caribe, en este caso particular, los espacios de Puerto Rico.

El cortometraje de 15 minutos que su director cataloga como reflexivo, y de tiempo lento logra capturar una imagen del Caribe en sus expresiones de la realidad, y las personas que la viven.