La homofobia y su relación con el suicidio gay

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El suicidio gay y la homofobia son problemáticas sociales que no siempre son debidamente reconocidas. A continuación, se explica cómo la vida cotidiana influye en ambos.

A pesar de que se viven tiempos donde la diversidad sexual parece estar bien vista, investigaciones de rigor científico han concluido que los adolescentes gays, lesbianas, bisexuales, trans o dubitativos sobre su orientación sexual, presentan por lo menos dos veces más probabilidades de cometer suicidio que sus pares heterosexuales.

En 1897, Emile Durkheim, uno de los padres de la sociología, publicó El suicidio. Con esta obra el pensador logró consolidar a la sociología como una ciencia autónoma, al sostener que, al estar la conducta individual determinada por la realidad colectiva, el suicidio se encuentra directamente vinculado a causas sociales.

Durante las últimas dos décadas, múltiples estudios se han llevado a cabo en distintas partes del mundo en relación al suicidio gay. Tales trabajos han encontrado como posibles razones de suicidio la presión en cuento a la sexualidad que el entorno familiar y escolar producen al primar un comportamiento heterosexista.

Llamando reproducción simbólica a la reproducción de discursos que llevan convenciones culturales de generación en generación, la creadora de la sociología de la vida cotidiana, la socióloga Agnes Heller, basa su teoría en la premisa de que la sociedad se reproduce a partir del proceso de socialización que llevan a cabo los individuos.

En relación a la homofobia, es bien sabido que la herencia cultural de Occidente proviene, a grandes rasgos, de valores cristianos, los cuales niegan la existencia de la diversidad sexual, condenándola como antinatural. En consecuencia a este legado, la honestidad, la bondad y el amor se presentan como valores que en general todos los integrantes de la sociedad incorporan en el proceso de socialización.

Curiosamente, la relatividad de esos valores morales es tan amplia que permite la existencia de su opuesto, el odio, traducido en la homofobia. De esta forma, se lleva a cabo la reproducción simbólica, y así como se naturaliza un valor tan apreciado como decir la verdad o expresar afecto, lo mismo sucede con el desprecio de la diversidad sexual.

Es así como las propias minorías sexuales incorporan este discurso heteronormativo a sus vidas y, a través de estereotipos, prejuicios y mala información se reproduce la homofobia, logrando que los mismos homosexuales utilicen la violencia contra sí mismos.

Que los insultos más escuchados en las escuelas sean referidos a la degradación del colectivo LGBT dice mucho sobre la sociedad en que vivimos.

Ante la imposibilidad de nombrar razones exhaustivas por la complejidad inherente del suicidio a continuación se improvisan tres grandes grupos de indiscutida importancia:

• La familia. Es el grupo nuclear con que el adolescente convive. Es común que los padres reproduzcan opiniones de desaprobación con respecto a la diversidad sexual por miedo a que sus hijos por alguna razón se "asocien al club", logrando perpetuar la intolerancia y sembrando en el adolescente una sensación de inseguridad, de represión con su propia familia y de desconfianza en ellos. Es una situación particularmente delicada cuando el joven está considerando salir del armario y sabe que no tiene a su familia de su lado.

• La escuela. En ocasiones los profesores no reaccionan ante insultos de carácter homófobo, lo que cimienta la naturalización de otras orientaciones sexuales como erradas. Que los profesores tomen acción en la clase cuando se presentan situaciones de este tipo ayudará no solo a aquel adolescente que duda de su heterosexualidad, sino que estará enseñando la aceptactión al resto de los alumnos.

• Grupo de pertenencia. Las amistades que los chicos forjan desde la niñez y en adelante crean códigos de conducta y expectativas sobre lo que está bien y lo que no. Si se incita a desvalorar la homosexualidad desde pequeños lo harán cuando sean jóvenes, cuando sean adultos y lo reproducirán a las siguientes generaciones. Una educación sexual inclusiva solucionaría en gran parte este problema. La respuesta al suicidio gay está en la eliminación de raíz de la homofobia.

Una reflexión inclusiva

La adolescencia en sí misma es una etapa conflictiva y de crisis en la que los jóvenes buscan su propia identidad. Es interesante tener en cuenta que varias veces la sexualidad puede ser un agregado al complejo del joven en riesgo, habiendo otras cuestiones que lleven a los adolescentes a esta situación límite.

Sea el caso que sea, es muy importante establecer desde la familia y la escuela una relación inclusiva con los chicos, permitiéndoles encontrarse a sí mismos en un ambiente que los contenga.