Ya se cumplió el mes de la huelga decretada por nuestro estudiantado universitario. En ese periodo de tiempo los sectores sindicales, el profesorado de la Universidad de Puerto Rico (UPR) ya sea con plaza o sin ella y aquellas personas que ya nos hemos jubilado hemos, paulatinamente, presentado propuestas. Exigir al inicio de la jornada huelgaria que la presidenta interina Nívea Fernández conjuntamente con la Junta de gobierno de la UPR renunciaran, se entendía. Lo que no se entiende es que a un mes de la gesta valiente del estudiantado aún se mantenga la ilusión de que una solicitud de renuncia acá y unas demandas allá habrán de detener lo que se nos viene encima y que tenga un impacto fehaciente en la nueva situación que nos enfrentamos como pueblo.
La Universidad se nos va, nos la liquidan, la desmiembran. No hay de otra. Seguir encerrados en los mismos parámetros (o perímetros como a usted le guste más) es una actitud ingenua que nos llevará a la derrota. Con la llegada de las imposiciones de la Junta de Control Fiscal nuestra situación de pueblo colonizado se agudiza. Las violaciones a nuestros derechos democráticos para expresar nuestras diferencias, de participar en los conclaves del Senado y la Cámara de Representantes mientras dilucidan leyes anti obreras y anti pueblo son la orden del día. Criminalizar la protesta, ningunear los reclamos del pueblo es la receta de la prensa amarillista y el gobierno colonial.
Tiro el guante que no es lo mismo que tirar la toalla. Aquí va el desafío a los sectores que están comprometidos con los postulados que rigen a nuestra universidad.
Propongo crear una Comisión con representación de todos los sectores en cada uno de los municipios donde exista un recinto de nuestra universidad. Este estará compuesto por: estudiantes, profesorado, hermandad, sindicato, jubiladas/os y pueblo.
La función de esta comisión será en primer lugar identificar las fortalezas de su recinto con el fin de generar proyectos que beneficien a los 13 recintos de la UPR. Ejemplos: Mayagüez podría generar proyectos de energía eléctrica para consumo de todo el sistema universitario y vender su excedente. Humacao podría concebir un proyecto de manejo de playas, con fines turísticos, con estudiantes y profesorado de Biología Marina Costanera. Carolina tendría la oportunidad de forjar un plan gastronómico conjuntamente con el desarrollo de áreas conducentes al turismo ecológico. Utuado puede ser la canasta que supla a todas las cafeterías de los 13 recintos al igual que venda sus excedentes a compañía de producción de alimentos.
La visión es generar los fondos para sustentar las finanzas de la universidad, independizarse de las prebendas del estado lo cual daría paso para hacer realidad la autonomía de la UPR de los vaivenes políticos y servir de modelo para una nueva economía nacional.
Los tiempos de declaraciones ya pasaron ahora son los tiempos de acción. Lo que está en juego es nuestra universidad y el futuro de nuestra nación. Ahí le va el guante.