El enorme esfuerzo de romper con el sujeto colonial

Caribe Imaginado

Lo que cuesta reunir valor para tirarse a la calle a protestar abusos en la colonia. Esto no es París, mi hermanx. El enorme esfuerzo que el (la) colonizadx tiene que hacer desde su interior para sacar al desnudo su indignación tiene que ser reconocido. No podemos esperar apoyo del colonizador USA ni de sus colaboradorxs. Ellxs están clarxs en sus fines egoístas y en los mecanismos para obtenerlos. Tienen experiencia, suficientes recursos y falta de escrúpulos, el pulso no les tiembla. Son el Imperio más poderoso de la historia universal. Basta la Madre de Todas las Bombas para hacer "Presidencial" a un Trump impopular y poner a la humanidad al borde del exterminio con el único propósito de reconducir la atención pública nacional a un terror entretenido alejado de las investigaciones sobre sus manejos de mafioso.

La verdad, aunque a los demasiado crédulos les cueste admitirlo, es que tenemos que darnos apoyo nosotrxs mismxs. No hay de otra. Tenemos que estar clarxs, tenemos que saber dónde estamos paradxs porque el enemigo saca fuerza de nuestro miedo, de nuestras ambivalencias. Y se pierde tiempo. Nos aplazan, nos duermen con falsas promesas. ¿Diálogo, dicen? ¿Cómo que diálogo? No escuchan cuando hablamos. La palabra del colonizado es la palabra de un niño o la de un loco y no merece crédito. Ese ha sido el diálogo por 119 años. El invasor yanqui es el dueño de la primera y la última palabra. Por 64 años ELA fue esa última y definitiva palabra de subterfugio ante la ONU. La malapalabra ya no les sirve, ahora inventan otra.

Pero resulta que no somos un Pueblo inferior al resto de la humanidad. Somos un pueblo con valor y dignidad y con suficiente inventiva para buscarle la vuelta a los problemas más apremiantes que nos acosan y convertirlos en oportunidades. El conocimiento es Poder. La Educación es riqueza a la que no vamos a renunciar, como no se renuncia al aire, al agua, al alimento, a la salud, a la vida, sin luchar hasta las últimas consecuencias. La lucha sana. la lucha te dice comparto tu dolor, tú vales, tu vida tiene propósito, tú tienes un lugar aquí, tú y yo somos nosotrxs el 99%.

En la lucha es que aprendemos que no estamos solos y que somos más fuertes de lo que jamás hubiésemos imaginado. Seguir rindiendo a Puerto Rico a los intereses extranjeros no nos preserva del mal. Dejémonos de supersticiones. El costo social de las austeridades que se proponen cobrará numerosas vidas. Será la devastación. Jugar al papel de hospitalarixs y sumisxs como mecanismo de defensa al estilo que promueve ampliamente la tv de lujo y derroche es facilitarle la tarea a la Dictadura de la Junta Fiscal. La salvación individual no existe. La entrega no es más que un síntoma de una larga enfermedad: la colonia. En caso de desánimo piense: ¡pero si ya sacamos a la Marina de los EE.UU., que era imposible!

Que la lucha sea nuestra terapia.

¡Lucha sí!

¡Entrega no!