Opinan que eventual extradición de Assange a Suecia es solo fachada

Molina dijo al diario El Telégrafo que esa sería una estrategia de Washington al verse descubierto con la difusión de los cables revelados por Wikileaks y que comprometieron fundamentalmente los intereses hegemónicos de Estados Unidos.

Para el experto, aunque Assange es considerado delincuente político, quien cataloga el delito es el país que analiza el pedido.

El rotativo confirma los temores de una extradición a territorio estadounidense desde Estocolmo a partir de las declaraciones del grupo mundial Anonymous Operations Sweden de que Suecia trabaja codo a codo con el país norteño.

En el Telégrafo se expone que de ser aceptado el asilo político, Quito se convertiría en sede mundial de WikiLeaks, lo cual sería un éxito político porque las autoridades dejarían sin piso a quienes alegan la existencia de restricción a la libertad de expresión en este país.

Pero, remarca, en el plano de las relaciones internacionales, las cosas se complicarían porque los halcones norteamericanos presionarían a su Gobierno para castigar a Ecuador.

Al respecto, cita la exigencia del diario The Washington Post para que desde la Casa Blanca sean suspendidas las preferencias arancelarias a Ecuador. Por otra parte, la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, Dianne Feinstein, demandó que Assange sea sancionado en ese país por espionaje.

El mejor escenario para el diario es que en Suecia no se presenten cargos a Assange y éste quede en libertad, al tiempo que Estados Unidos desista de su extradición, lo cual parece poco probable.