La historia de los EE.UU. se habrá de dividir en dos parte que a su vez determina el antes y el después. Por un lado, la guerra civil de 1861; y de otra parte la elección del primer presidente afroamericano, en este caso Barack Obama en el 2008. En el ínterin se viven capítulos muy interesantes de la vida política por la igualdad racial y de la ciudadanía de los históricamente victimizados o excluidos. En este caso, los negros de dicho país, quienes fungieron como población esclavizada durante el Siglo 18 y 19.
La película Marshall (Dir. Reginald Hudlin, EE.UU., 2017) es parte de esos capítulos que se escribieron en el período entre el 1861 y el 2008. La misma narra la vida, parte de la obra, y el ascenso del primer juez a la Corte Suprema de los EE.UU. de ascendencia afroamericana. Se trata de la vida e historia de Thurgood Marshall (Chadwick Boseman).
Marshall defendiendo a un afroamericano en uno de sus casos más problemáticos, la violación de una mujer blanca, el destacado abogado de los derechos civiles y la igualdad de forma circunstancial se tuvo que asociar con el abogado judío Sam Friedman (Josh Gad). El resto es la vida, la historia y sobre todo, la lucha al infinito por la igualdad racial y étnica.
Es una película hermosa, pensada y dirigida a un público que discierne y se opone a toda forma de discrimen. Es un tema muy complejo por el incidente que da paso a la película es una controversia entre una mujer blanca, quien alega que fue sexualmente agredida por un hombre afroamericano. Vean la película para que descubran lo que pasa, a través del genio intelectual de Marshall y la representación legal extraordinaria de Friedman.
En fin, que desde el 2008, Hollywood nos deleita con la historia olvidada y poco filmada de la vida y milagros de los afroamericanos en dicho país. Excelente filme.