A mal tiempo buena cara. Ese lema nos define como puertorriqueños y puertorriqueñas. Y definitivamente el 2017 fue uno de esos años que marcará la historia de nuestra isla. Desde la imposición de una Junta de Control fiscal a consecuencia de los malos gobiernos que de Muñoz al presente hemos tenido, la huelga de la Universidad de Puerto Rico y la temporada de huracanes con la llegada de Irma y María. Donde hasta hoy, más de la mitad del país todavía espera que se le restablezca el sistema eléctrico. Sin embargo, no empece a todo eso, el humor, la alegría y ese sentimiento profundamente boricua se acentúa durante la época de Navidad. Y como dicen por ahí no hay tierra donde se celebren fiestas navideñas como las nuestras.
La celebración de la epifanía y la llegada de los tres magos de oriente es una de nuestras tradiciones fuertes. Y fuese de forma más sencilla o más rebuscada en muchos lugares de la isla hubo juntes para este festejo. Uno de ellos se dio por los Tunos y ex-tunos de la Universidad de Puerto Rico, quienes informalmente se reunieron en la finca de los Morales en Trujillo Alto. Fueron llegando guitarras, mandolinas, cuatros, bongós, maracas, güiros y por supuesto los Tunos.
En unas mesas comunales todo el que llegaba depositaba, cual ofrenda, algo de beber o picar. El pitorro no podía faltar para calentar las cuerdas vocales. Así fueron acomodándose en el balcón del anfitrión que obsequiaba con una hermosa vista a las montañas y al verdor de nuestra tierra. Los acordes empezaron a sonar y las voces a trinar. No podía faltar en ese encuentro el gran Don Goyo, quien por más de cuarenta años ha sido director de la Tuna de la UPR.
Este encuentro improvisado comenzó como una fiesta de celebración de año en casa de William Beltrán y Jennie Martínez hace ya varios años, que fueron miembros de la Tuna allá para los 70's y 80's. Por cuestión de trabajo, ellos se mudaron de la Isla y el encuentro quedó en el aire. Sin embargo, hace tres años atrás la insistencia de retomar el junte musical era fuerte. Y la voluntad se hizo realidad, pero ahora se celebraría el Día de Reyes. Los Tunos que participan son mayormente esos mismos grupos de hombres y mujeres de los 70's y 80's, pero a ellos también se les juntan Tunos de generaciones más jóvenes y hasta los vigentes.
Le pregunté a Don Goyo, cuál era su secreto para conservarse tan bien. Hay que mantenerse con los jóvenes, me dijo. Ya tengo 76 años y estoy corriendo 100 metros en 21 segundos, sin entrenar, si entreno los hago en menos. A su vez Brunilda nos relató que ese grupo era uno unido, fuerte y guerrero. Era un grupo talentoso pero muy independiente. Y si por alguna razón tenían coraje con Don Goyo, en las presentaciones él decía que el grupo iba a cantar una canción y ellos cantaban otra. Así mismo, le eran leales a él. En una ocasión donde en una actividad de la universidad los invitaron a cantar, pero la invitación excluía a Don Goyo, ellos subieron al escenario cantaron una sola canción y echaron pie en polvorosa, dejando al público boquiabierto.
Esta fiesta de reyes con los ex-Tunos y Tunos UPR es una fiesta íntima donde celebran unos a otros su amistad y sus lazos afectivos, cantando y bailando gozosos su repertorio de canciones. Sus voces siguen siendo melodiosas. Y gente como yo, que soy “grupie”, siempre me cuelo para deleitarme de un festejo de reyes donde se homenajean nuestras tradiciones. Sigamos reyando año tras año. Y ahora a prepararnos para las octavitas. Navidad como en Puerto Rico ninguna.