Todas las mujeres son iguales o volver a cocinar lo cocinado en dominicana

Cine caribe

altLa nueva película que se estrena en Puerto Rico, Todas las mujeres son iguales (Dir. David Maler, República Dominicana, 2017), es parte de una nueva temática de cine para la hermana isla de dominicana, la cual nos invita a ver un cine más renovado que la generación anterior, y sobre todo apelando a temas “internacionalmente” más entendidos. En esta medida, hay que celebrar la película que el realizador dominicano-argentino Maler, nos propone en esta ocasión.

Ahora bien, la película, como narrativa, tiene problemas distintos. En particular que desde una mirada masculina se inserta en una temática ya trillada por Hollywood, en la cual las mujeres, el grupete, sale de juerga sin los novios, maridos y expectativa de tener una noche de “vida loca”.

Dicho lo anterior, no hay razón para decir que en dominicana no se pueda hacer una película que sea, desde una mirada masculina, que interprete lo que las mujeres en un fin de semana quieran hacer. Mucho cine hemos ya visto en la humanidad, que nos cuentan la historia desde la mirada del que la escribe o la dirige. Punto.

La película cuenta con un elenco de primera que incluye a Nashla Bogeart (Yoli), Frank Perozo (Tito) y Mary Peynado (Mary) entre otros. La estética fílmica y la edición son de buena calidad, y la selección musical bajo el ritmo de reguetón/bachata, es muy buena.

En cuanto al resto, la película se inserta en un fin semana en una casa de campo/playa en la playa de la República Dominicana. Lo interesante de este fin de semana que las cuatro actrices compartieron, fueron las dinámicas que se dieron a partir de una fiesta “todo terreno” que se dio en la piscina. Vean la película para que vean la escena.

En fin, una buena película que se suma a otras recientes iniciativas que salen de dominicana como lo es Colao (Dir. Frank Perozo, República Dominicana, 2017). Películas que van transformando la primera generación de cine dominicano comercial, que se basó en la bachata, el doble sentido y más que nada discursos no contestados del machismo.

Ahora, hay que ver Todas las mujeres son iguales. Al cine todos y todas. La risa es buena en esta película. Adelante, mujeres dominicanas, adelante.