A medida que crece la población, también aumentan las necesidades de competencias

Economia Solidaria

Ginebra - A medida que crece la población del mundo, también aumenta la demanda de empleos. Paradójicamente también incrementará la escasez de competencias.

Algunos países enfrentan el envejecimiento de la población, otros tienen poblaciones cada vez más jóvenes, pero todos necesitan mejorar el desarrollo de calificaciones para satisfacer las necesidades actuales y anticipar las futuras.

En general, la población mundial está envejeciendo. La proporción de población mayor de 60 años incrementará en las regiones más desarrolladas de 22 por ciento en 2010 a 33 por ciento en 2050, y en las regiones menos desarrolladas, de 9 por ciento a 22 por ciento, de acuerdo con las Perspectivas de la Población Mundial de las Naciones Unidas.

Reducir la carencia de competencias...

Encontrar las competencias correctas en el momento que se precisan será cada vez más difícil. A medida que disminuye la población en edad de trabajar, aumenta el ritmo del cambio tecnológico y de la innovación, y los mercados emergentes se hacen más competitivos y necesitan atraer talentos. Aún en tiempos de crisis, cuando la oferta de competencias disponibles es grande, las empresas no logran encontrar los talentos que necesitan a causa de la discrepancia entre la oferta y la demanda de competencias.

“A largo plazo, esta discrepancia podría aumentar, a pesar de que las previsiones indican que el número de personas en busca de trabajo llegará a 210 millones para 2016”, afirmó la experta en competencias de la OIT, Olga Strietska-Ilina.

Y, se espera que la “guerra mundial de los talentos” se intensifique una vez que las economías se recuperen.

Cerca de una tercera parte de los empleadores ya tiene dificultades en cubrir puestos de trabajo, debido a que no encuentran candidatos con las competencias necesarias, de acuerdo con un estudio de empresas realizado por ManpowerGroup en 41 países y regiones.

El creciente flujo internacional de trabajadores migrantes puede contribuir a reducir el déficit en algunos países, pero el desafío consiste en garantizar que esto no genere carencias en los países de origen de los migrantes.

… precisa de ajustes en la formación

Uno de los factores clave para abordar la discrepancia entre las competencias disponibles y aquellas que necesita el mercado laboral es hacer que el mercado laboral sea más sensible a los cambios tecnológicos, a los desafíos ambientales y del cambio climático, al comercio y a la competitividad.

En muchos casos, el plan de estudios y la estructura de la oferta formativa deben ser revisadas a fondo, y los formadores necesitan ser preparados a fin de que los programas de calificaciones sean pertinentes para el mundo del trabajo de hoy y de mañana.

En los países en desarrollo, gran parte de los empleos disponibles no son suficientemente productivos para generar un ingreso decente. “Las políticas bien elaboradas en materia de desarrollo de calificaciones integradas en las políticas económicas, de desarrollo, industriales y tecnológicas, pueden desempeñar un papel importante para atraer inversores y aprovechar el potencial de empleo de los sectores en crecimiento”, explicó Strietska-Ilina.

“Las competencias pueden convertirse en un motor para impulsar la producción en las cadenas de valor e incrementar la competitividad de las empresas en los mercados globales”.

El envejecimiento de la población y un mercado laboral potencialmente en contracción constituyen enormes desafíos para la mayoría de los países desarrollados y para algunas economías en desarrollo. En estos países, serán necesarias medidas dirigidas a reintegrar a las personas económicamente inactivas en el mercado laboral, como el aprendizaje permanente.

En los países en desarrollo, el grupo de jóvenes cada vez más numeroso continuará desafiando las capacidades de educación y formación, así como las tasas de creación de empleo. Los programas deben estar estrechamente vinculados a las exigencias del mercado laboral, a fin de garantizar que los jóvenes posean las calificaciones que necesitan para entrar en el mercado, un elemento esencial cuando 75 millones de jóvenes están desempleados.