Greta Gerwig ya había tenido exitosas experiencias como actriz y como guionista pero su Opera Prima, Lady Bird es una revelación que le augura futuro como realizadora.
Con un presupuesto de 10 millones de dólares (sólo el thriller de terror de temática racista Get Out costó menos entre las ocho nominadas al Oscar de Mejor Película), Gerwig ha logrado este hermoso film que la coloca junto a los consagrados Christopher Nolan, Guillermo del Toro y Paul Thomas Anderson, y al debutante Jordan Peele (Get Out) entre los cinco realizadores nominados al premio.
El guion de Gerwig de Lady Bird, también nominado entre los mejores del año es responsable en gran medida de la frescura de esta película sobre la transición de la adolescencia a la adultez de una joven californiana que sueña con estudiar en las universidades “cultas” del este y prefiere que la llamen Lady Bird, personaje en el que sobresale esa brillante actriz joven que es Saoirse Roman.
Sus frecuentes enfrentamientos con su madre, estupendamente interpretada por Laurie Meltcalf, su relación con sus amigas, su descubrimiento del sexo y su evolución a través del año en que termina sus estudios en un colegio católico, van tejiendo una historia que nos lleva a identificarnos con los personajes que nos siguen acompañando después de haber terminado la película.
Muy recomendada.