Coco o el merecido homenaje a la cultura mexicana

Cine caribe

altAhora que llevamos tres años donde la política nacional de los EE. UU., y sobre todo las consideraciones de seguridad nacional vinculan la estabilidad de ese país con México, todo lo que refleje la cultura al sur del Rio Bravo/Grande, se ha tornado en un asunto a celebrar. En otras palabras, la reacción del pueblo y el capital liberal norteamericano ha adoptado como respuesta a Donald Trump y su discurso xenofóbico, promocionar la riqueza de la cultura mexicana.

Hay algo de esto en la más reciente realización de dibujos animados del combinado de producción/distribución Pixar/Disney. En la película Coco (Dir. Lee Unkrich y Adrián Molina, EE. UU., 2017) se presenta la historia de niño Miguel (Anthony González) quien desesperadamente intenta darle expresión a su creatividad artística. No obstante, en su familia se dedican a hacer zapatos, y le prohíben a éste acercarse a la música. Sin razón alguna, en la tensión entre los zapatos y la música, la guitarra en particular se convierte en el punto del primer giro del guion de esta película.

Ahora bien, lo que da paso al segundo giro al guion de la película es el juego con la cultura mexicana del Día de los Muertos. Construido popularmente el 2 de noviembre, la película inserta al niño Miguel de 12 años, en el alter mundo de los muertos. Allí se encuentra con una anima moribunda que intenta prolongar su existencia en el reino de los cielos, y cuyos seres queridos no lo reconocen. Se trata de Héctor (Gael García Bernal) quien resulta a la larga o a la corta a estar vinculado con Miguel. El resto es Disney, literalmente hablando.

Vayan a verla, pues esta película ganó el Oscar por mejor película animada y mejor canción original, para el certamen que acaba de realizarse el pasado 4 de marzo. Es decir, es una película que está viva y musicalmente activa. Hay que verla como buen pasatiempo de familia. ¡Al cine!