Aún no ha perdido el encanto a pesar de todos los avances tecnológicos. No existe nada mejor en un domingo por la mañana que un buen café colao a la antigua y leer periódico. A mí me gusta el Café Madre Isla, recogido y procesado artesanalmente por manos solidarias de los compañeros de Casa Pueblo en Adjuntas. El café Madre Isla es artesanal de alta calidad que utiliza exclusivamente la variedad arábiga. Tostado, molido y envasado al instante (caliente) en frasco de cristal con tapa con rosca produciendo vacío ecológico. La leche debe ser hervida en la estufa y se sazona al gusto con un poco de azúcar negra ó miel. El café me gusta con un pedazo de pan criollo de la panadería local y mantequilla. Un pedazo de queso de papa tampoco viene mal. Esto es un cambio positivo al ritmo agitado de la semana de trabajo.
Casa Pueblo funda el Café Madre Isla en el 1989. Busca con el proyecto romper la dependencia económica y crear fuentes de empleos que le permita, junto al cuerpo de voluntarios independencia para alcanzar plenamente voz propia. La economía comunitaria obliga a sus miembros a aprender de calidad, costos, mercadeo, eficiencia entre otros asuntos fundamentales. Al presente es la fuente principal de ingresos y de sustentabilidad de la organización.
Otros proyectos también están dirigidos a apoyar la sustentabilidad de Casa Pueblo La Tienda Artesanal en Casa Pueblo se ha convertido en un lugar que enaltece la artesanía puertorriqueña y facilitar la venta de productos de alta calidad como piezas en madera, cobre, papel mache, camisetas, jabones naturales, alcoholado, además de libros de autores boricuas.
La Finca Madre Isla es otro proyecto importante que permite integrar la economía con la educación y conservación con un turismo social nacional e internacional. También contribuye a la economía comunitaria de Casa Pueblo las cuotas de membresía y las donaciones que hacen los visitantes que hacen al Bosque del Pueblo, Mariposario y a la Casa.
Este proyecto de autosuficiencia económica sin fines de lucro está dirigido a romper la dependencia de la organización, generar empleos y cubrir los gastos de mantenimiento, actividades y necesidades en la Casa y el Instituto Comunitario de Biodiversidad y Cultura.