Yaira, Cosby y la Manada: historias diferentes de poder y agresión sexual

Caribe Hoy

altEl viernes en Puerto Rico un jurado federal encontró culpable a Yaria Cotto Flores por llevar a su estudiante menor de edad a un motel para sostener relaciones sexuales con él. Al momento de ocurrir los hechos en el 2016, ella tenía 26 años y su estudiante 14 años. Su sentencia será el 27 de agosto de 2018, y se expone a una sentencia de 10 años a vida, porque el juez no tiene discreción para sentenciarla a un término menor. La evidencia en este caso fue mayormente circunstancial.

Mientras tanto en España, un grupo de 5 hombres, a quien se les refiere como La Manada, fueron sentenciados a solo 9 años de prisión por la violación grupal de una joven de 18 años durante las fiestas de San Fermín, en Pamplona. Los hechos ocurrieron el año 2016. El juzgado determinó que como al momento de la agresión la víctima se quedó paralizada y no peleo con sus agresores; no hubo violencia ni intimidación. Por tanto, consideró que en vez de una violación hubo abuso sexual. El fallo levantó toda una ola de protestas en España y pone de manifiesto la vulnerabilidad de la mujer no solo ante depredadores sexuales, sino ante el mismo sistema de justicia.

En Estados Unidos, por su parte, luego de un segundo juico el actor Bill Cosby fue encontrado culpable de tres cargos de agresión sexual agravada, por endrogar y agredir sexualmente a Andrea Constand en el 2004. Sin embargo, docenas de mujeres lo han acusado de haber sido también agredidas sexualmente de la misma forma. Algo que alegadamente era un secreto a voces en la industria donde trabajaba. Cosby, quien tiene ahora 80 años, enfrenta hasta 10 años de prisión.

En estos tres casos, los depredadores ejercieron poder sobre sus víctimas. En el caso de Cosby, su poder lo ejerció acercando a sus víctimas creando confianza a través de su rol de actor famoso de comedia y programas familiares. Una vez cerca, las drogaba y luego las violaba. Esa conducta fue repetitiva con muchas mujeres. Todo ello revela que detrás de aquel papel de buen padre en la serie de televisión, realmente es un depredador enfermo. La Manada por su parte, ejerció un control físico y mental de una joven que ante la situación de verse asediada por cinco hombres más fuertes y mayores que ella, que la despojaban de sus ropas, se quedó paralizada en inmóvil ante las vejaciones a las que fue sometida por éstos. En el caso de Yaira, ella manipuló a su estudiante menor de edad, para sostener relaciones sexuales con él.

La diferencia entre los casos, sin embargo, estriba en que tanto en el caso de Cosby como en el de la Manada, hubo violencia física hacia las víctimas. En el caso de Yaira, aparenta ser que se desarrolló una infatuación entre el menor y la maestra, no que por ello se justifique la conducta de la maestra. También en el manejo de los casos hay una diferencia en el trato de las mujeres, sea como víctima o depredadora, del que reciben los hombres.

La Manada y Cosby, violaron a sus víctimas. Distinto a los resuelto, la conducta de la Manada no fue un mero abuso sexual, fue una violación. Si no, ¿cuánto se tiene que resistir una persona para evitar ser violada sin poner a riesgo su integridad física ni su vida; y para que se le reconozca como víctima de violación?, se preguntan los españoles.

La distinción técnica entre “abuso sexual” y “violación”, resultó para La Manada en una sentencia de solo 9 años. Por su parte Cosby, por tener 80 años, aunque enfrenta hasta 10 años de prisión; por su edad, posiblemente recibirá menos años. Del otro lado, aunque en el caso de Yaira se creó una relación afectiva-amorosa entre maestra y estudiante, por tratarse de un menor, ella recibirá una sentencia mayor que la de Cosby y La Manada. Dos casos, que, desde mi perspectiva, tienen unas circunstancias más grotescas. Parece ser que, en asuntos de agresiones o violaciones sexuales, ya sea víctima o depredadora, la mujer sigue recibiendo un trato desigual del que recibe un hombre. Todavía hay mucha brecha que cerrar.