No es que uno quiera que llueva sobre mojado, pero a la luz de las enmiendas constitucionales propuestas por el gobierno, es importante destacar que se trata de un grave error que llevaba a este joven directo a la pena de muerte. En la ambigüedad de como se rige la justicia en Puerto Rico, desde septiembre de 2010 el gobierno de Puerto Rico, por virtud de un acuerdo realizado por el actual gobernador Luis Fortuño, se han federalizado todos los delitos de asesinato. Esto nos deja en la difícil coyuntura que unos delitos se federalizan y otros no. Como hemos indicado en esta columna para todos aquellos que tengan la mala suerte que su acción sea federalizada, lo que les espera es la pena de muerte en la jurisdicción federal.
Hoy el joven Jordan Arroyo goza de su libertad nuevamente luego de que por dos semanas estuviera preso, contra su voluntad, afirmando todos los días que no había cometido delito alguno, y que desconocía al otro co-acusado. Pero la justicia, tarde, pero justicia, se hizo pues aún se encuentra con vida el joven Arroyo.
Este gravísimo error de la justicia americana se comete en el momento que el gobierno de Puerto Rico impulsa un referéndum para enmendar el derecho constitucional absoluto a la fianza. A la luz de los continuos abusos de justicia cometidos por las fuerzas de seguridad en Puerto Rico, hay que afirmar, continuamente, decir No el 19 de agosto a la enmienda de la constitución.
Así reza la canción del destacado trovador Roy Brown, cuando canta la canción de “Monón”. Así también se siente el joven Jordan Arroyo, quien estuvo encarcelado dos semanas por virtud de un error cometido por la fiscalía del gobierno federal de los EE.UU. en Puerto Rico, quien confundió a este “menor” con el asesino del joven Stefano Steenbakker-Betancourt.