Te ha pasado que de repente escuchas un ritmo o melodía particular y sientes que tu fibra interior se mueve profundamente. Ese sentimiento puede ser uno de alegría, tristeza, añoranza, remembranza, melancolía o cualquiera otro.
La música, las canciones, los ritmos no tienen idioma. Cuando uno los siente alma adentro, se trascienden todas las barreras. No es necesario una nave de Star Trek para transportarse de un lugar a otro universo. Tampoco hacen falta letras. Solo hace falta ritmo o melodia. Pero si hay letras, ritmo y melodías, mucho mejor.
Y qué más dulce melodía que escuchar la Borinqueña y ver izarse nuestra bandera en podios internacionales. Esa es la gesta de las jóvenes Adriana, Fabiola y Melanie Díaz, y Danelys Ríos, al ganar medalla de oro como parte del equipo de la Federación Puertorriqueña de Tenis de Mesa; y del nadador Jarod Alexander Arroyo, quien obtuvo oro en los 200 metros individuales combinados. El y sus compañeros de equipo Christian Bayó, Yeziel Morales y Andrés Solivan, también se agenciaron la medalla de bronce en el relevo 4 x 200. Por su parte Arelis Medina del equipo de Taekwondo obtuvo medalla de bronce.
Estos jóvenes atletas no solo nos regalan sus talentos sino que con sus triunfos exaltan nuestra nacionalidad. Esa nacionalidad que nos enorgullece en el deporte, las artes y la música. Al ritmo de tambores desde sus espacios corean al mundo “traigo sangre borinqueña, soy hijo de las palmeras, de los campos y los ríos, y del cantar del coquí, de valles y cafetales, de caña, azúcar y piña de guayaba y mampostiales de tembleque y de maví”.
En esta época tan cargada de retos para la Isla, donde los gobernantes parecen estar en un viaje de esteroides allá por el radar de Arecibo, nuestros jóvenes alimentan la esperanza de un mejor futuro para construir un nuevo Puerto Rico.
Con sus triunfos se escucha el dulce sonido de “la tierra de Borinquen donde he nacido yo ...” “...para ti quiero tener, libre tu cielo, sola tu estrella, isla doncella, quiero tener, verde luz de monte y mar.” Gracias jóvenes. Éxito a todos los y las atletas que con orgullo representan nuestra Isla en estos Juegos Centroamericanos y del Caribe. ¡Sigamos cantando la Borinqueña y bailando al son de la plena!