Comunidad es un grupo de gentes que tiene en común distintas características o elementos que pueden incluir: idioma, tierra, valores, roles, trabajo, religión, cultura. Los elementos iguales de las comunidades les forman su identidad.
Las comunidades se pueden dar en todo tipo de circunstancias. Puede haber comunidades vecinales, profesionales, estudiantiles, académicas, deportivas, recreativas y muchas otras. Un punto importante de ser comunidad, es que el grupo comparta unos mismos valores y un entendimiento común entre todos sus miembros.
Según el sociólogo, Max Weber “la comunidad es una relación social cuando y en la medida en que se inspira en el sentimiento subjetivo, sea afectivo o tradicional, de los participantes de construir un todo”. En otras palabras, si vivir en comunidad debe inspirar en sus miembros una relación donde cada uno sienta el deseo de aportar positivamente a su crecimiento y la sana convivencia. En una comunidad ideal debe prevalecer la colaboración por sobre la lucha, los intereses particulares y la competencia. Sin embargo, no siempre se logra obtener ese es motivo inspirador que une a todos en un mismo fin.Â
Es interesante que a raíz del huracán María, los puertorriqueños hemos vuelto a tomar conciencia e interés en nuestras comunidades. Tanto así, que fueron las comunidades quienes en primera instancia, y antes de ninguna intervención gubernamental, se ayudaron para sobrevivir y salir de la crisis. Esos actos de solidaridad comunitaria, reforzaron los lasos afectivos entre vecinos. Y son, a mi entender, los que todavía nos sostienen y nos dan esperanza, para poder lidiar con la precariedad del país y sus circunstancias, y no desplomarnos.
En días pasados vi el documental Vietnam, sobre la barriada Vietnam en Guaynabo, Puerto Rico. Ese documental dirigido por Gabriel Miranda, nos presenta de forma clara y contundente la lucha de una comunidad para mantenerse unida contra la vorágine del capital salvaje. Es la historia de una comunidad pobre, que por su localización frente al mar, fue señalada por el ex-alcalde O’neill como botín a conquistarse para desarrollar la visión de riqueza y grandeza de ese municipio.
El documental nos presenta todas las acciones concertadas del gobierno municipal para expropiar los terrenos de la barriada Vietnam, y como hace la vida de los residentes de esa comunidad una miserable. Sin embargo, del otro lado nos muestra a unos residentes quienes de forma sencilla, elocuente y persistente dan la batalla para permanecer en su comunidad, y lo logran.
En un momento del filme el director nos provoca señalando “Vietnam = Puerto Rico”. ¿Y por qué no? Puerto Rico es una comunidad. Tenemos y compartimos un idioma, una cultura, una bandera y una isla. Es evidente, que el país sufre un éxodo que puede equipararse a la expropiación de los residentes Vietnam. El nivel de pobreza en que se encuentra la Isla, es uno sin precedente. Sin embargo, aun mantenemos la cría de ser boricuas; de ser una comunidad que reconoce su valía. Si nos unimos en la lucha común donde verdaderamente exijamos a nuestros políticos transparencia y los hagamos responsables de sus actos, construiremos un mejor país. Las comunidades son parte integral de esta lucha. Vietnam nos lo demostró. Así que sí, Vietnam = Puerto Rico.