Lola Rodríguez de Tió sigue en la Habana, ¿Deberíamos traerla a casa?

Caribe Imaginado

altAcabo de visitar la tumba de Lola Rodríguez de Tió en Cuba. La tumba de la gran poeta puertorriqueña es muy fácil de encontrar pues está a corta distancia de la calle central del Cementerio Colón en La Habana.,

Hace 37 años el entonces alcalde de San Germán Jorge Alberto Ramos Comas propuso traer los restos de Lola a Puerto Rico para colocarlos en un monumento que se proponía construir en la ciudad de las lomas. La familia de la poeta se opuso y expuso sus razones para que sus restos se mantuvieran en Cuba junto a los de su esposo Bonocio y su hija Patria. En 1993, en una columna que escribí para El Nuevo Día, hice un recuento de lo que ocurrió con aquella propuesta.

En su primer destierro la autora de los conocidos versos de “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas” y de la letra patriótica del Himno de Puerto Rico (“Despierta borinqueño que han dado la señal, despierta de ese sueño que es hora de luchar”) escrita durante la insurrección del Grito de Lares en 1868, apadrinó en Caracas la boda de Eugenio María de Hostos con la cubana Belinda de Ayala.

En su segundo destierro, también obligado por el régimen colonial español, se radicó en Cuba, de donde emigró a Nueva York durante la Guerra de Independencia cubana trabajando incansablemente para lograr el objetivo de independizar a Cuba y a Puerto Rico. Tras la proclamación de la independencia de Cuba, Lola regresó a La Habana.

En 1915 viajó a Puerto Rico donde se le hizo un gran recibimiento, muriendo en Cuba en 1924.