El Bastión es un espacio cultural localizado en el Barrio Ballajá del Viejo San Juan, que hace apenas un año abrió sus puertas para proveer a los artistas, particularmente a artistas circenses, un lugar donde poder agruparse para practicar y crear diversas formas de su arte, y a la misma vez, ser un centro para aportar a la comunidad desde las artes.
Ayer 1 de septiembre, la Asociación ACirc, fundadora del Bastión y del Festival CircoFest, celebró su primer aniversario con casa llena. El espacio que ocupa el Bastión está ubicado en parte de lo que era el Museo Casa Blanca. Ese edificio estuvo cerrado por 10 años, cuando un grupo de jóvenes artistas emprendedores lo identificaron, y lo acondicionaron con el apoyo de Instituto de Cultura.
En este primer año de obra, el cambio es evidente. El espacio, que es uno multi-uso, ha servido no solo para darle techo a distintos artistas y sus proyectos, sino que también ha servido de albergue al Mercado Agrícola del Viejo San Juan, que por razón del huracán María perdió su espacio original, así como a otras propuestas comunitarias.
Para la celebración de este primer año, el Bastión presentó un espectáculo artístico que comenzó con el dúo de piano y voz de Mariselle y Rafo Martínez. Las paredes del lugar, estaban adornados con las obras de Aby Ruis, quien presentó su exposición de pintura “Dos de Cal”. En otro espacio corría la presentación fotográfica “Estelar”, del artista Alex Antonio Ortega, sobre su trabajo en Isla Mona. En las paredes del espacio principal se proyectaban un documental fotográfico que de las actividades realizadas.
El grupo de danza contemporánea, Claro Oscuro, presentó una pieza original. Claro Oscuro, obtuvo una residencia de un año en el Bastión, como ganadores del primer premio del festival CircoFest 2018. Esta presentación fue su culminación de ese año de residencia. Y claro, no podía faltar la presentación de las cuerdas en el aire.
Entre los proyectos que se trabajan actualmente en el Bastión, a favor de la comunidad, es el huerto comunitario, recién creado apenas hace dos semanas. Como parte de sus servicios también han ofrecidos talleres para educar sobre cómo prepararse para desastres y fenómeno ambientales. El local espera próximamente contar con placas solares y un sistema de colección de agua, con el propósito de hacerse resiliente y tener un espacio abierto y preparado para la comunidad.
Proyectos comunitarios, como el del Bastión, son a los que debemos mirar con gran interés. Estos proyectos provienen de la base, y su enfoque es contribuir al mejoramiento del país y sus comunidades, libre de políticas partidistas. Este tipo de proyectos comunitarios, son y serán el futuro de Puerto Rico. Buen trabajo y adelante.