La comunidad protege el bosque estatal Monte Choca

Caribe Hoy

altEl bosque estatal Monte Choca ubica en las montañas de Corozal. En 2003, este bosque fue designado como área protegida por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Lo particular de este bosque es que sus guardianes no trabajan para el DRNA, sino que son lo vecinos de la comunidad, particularmente Don Alberto Rivera Santiago y su familia, quienes custodian y mantienen el bosque, por medio de un acuerdo colaborativo con el DRNA.

Don Alberto quien tiene 68 años, nació en Corozal. De pequeño para ir a la escuela tenía que atravesar por el bosque Monte Choca. Desde esa época comenzó su amor hacia ese lugar que cuida y protege con mucho celo. Don Alberto nos relata que el bosque es parte de su entorno natural. Allá para los años 20 o 30, Don Eliodoro Blanco adquirió 770 cuerdas de terreno en Corozal. De esas 520 cuerdas eran agrícolas y las otras 250 cuerdas componían el bosque. Don Eliodoro reconoció el valor del bosque y siempre lo mantuvo y lo preservó de esa forma. Uno de sus capataces, Asunción Santiago, a quien apodaban Don Choca, cuidaba la propiedad de don Eliodoro. Cuando las personas iban a visitar el área, coloquialmente decían que iban al monte de Choca. Así es que toma el nombre este bosque estatal.

Para fines de la década del 90, don Alberto se entera que la Corporación de Desarrollo Rural quiere segregar las tierras del bosque para hacer un proyecto de villas agrícolas. La comunidad se organiza. Recogen firmas y hacen una petición para que el bosque Monte Choca se preserve en su estado original. Ellos argumentan que hay otras 520 cuerdas agrícolas que se pueden usar para ese desarrollo y además, que el bosque tiene aguas cristalinas no contaminadas, árboles centenarios y es un hábitat natural de especies en peligro de extinción. Luego de una ardua lucha sus gestiones dan fruto y para el 1999, la comunidad firma un acuerdo de colaboración con el DRNA, donde ellos se comprometen a cuidar y mantener ese bosque. La comunidad ha cumplido su compromiso hasta el presente.

Entre los atractivos del bosque Monte Choca es su Catedral de Bambú, sus aguas siguen siendo prístinas y libres de contaminación. En el bosque hay un área designada para acampar. Hay una charca que se conoce como la Charca Eliodoro Blanco que se usa como lugar de pesca y contemplación. En el bosque se han identificado al menos 57 especies de aves endémicas nativas y migratorias, hay anfibios, reptiles, mamíferos y moluscos. También, antes del huracán María, habían identificadas un total de 140 especies de árboles y arbustos.

El bosque Monte Choca también sufrió los embates del huracán María. Luego del huracán, el centro comunal de visitantes se convirtió en el lugar para reunir las comunidades y prestarles diversos servicios durante la crisis. Sin embargo, todavía hay muchas áreas del bosque a las que no se tiene acceso. Don Alberto, casi como un súper-héroe se ha dado a la tarea de limpiar caminos. Pero nos confiesa que es mucho trabajo para él solo, y da la bienvenida tanto al DRNA como a todos los voluntarios que quieran darle una mano para reconstruir el bosque Monte Choca. A pesar de todo, este es uno de los pocos bosques del DRNA que tiene partes abiertas y funcionado para el público.

Para reconstruir a Puerto Rico hay que hacerlo desde nuestras comunidades. Don Alberto Rivera Santiago es un ejemplo viviente de lo que es tener dedicación para mantener nuestra flora, nuestra fauna y proteger nuestros recursos. ¡Bravo!