Pese a los avances regionales en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), éstas no han tenido un impacto significativo en el aumento de productividad o la inclusión social, a diferencia de lo que ha ocurrido en los países desarrollados.
En ese sentido, Padro subrayó que uno de los desafíos más importantes es evitar que la penetración de esas tecnologías profundice las desigualdades existentes, por lo que instó a reducir las brechas económicas y sociales.
Por su parte, los expertos recomendaron formular políticas públicas más agresivas para incorporar las tecnologías en los sistemas productivos, especialmente en las micro, pequeñas y medianas empresas.
Señalaron que esos planes deben ser parte de una estrategia integral para impulsar el desarrollo y reducir la desigualdad.