Widows o el poder de la nueva era del cine afroamericano en Hollywood

Cine caribe

altIr al cine desde que Harvey Weinstein, su hermano y la empresa todo-terreno Weinstein Company, ya no controlan la industria, es un soberano deleite. Más allá de todas las acusaciones que existen contra el Sr. Harvey Weinstein hoy por agresión y acoso sexual; más allá del inicio y desarrollo del movimiento #metoo; más allá de todo esto, su ausencia, y esperamos su total desvinculación de la industria cinematográfica, ha permitido vivir un momento revolucionario en la producción de películas en los EE.UU.

Ese momento de transformación cultural, el que hoy vivimos, se da a partir de la producción de cientos de películas por los pequeños estudios de casas independientes. La desaparición de Weinstein Company, ha permitido que proliferan nuevas caras, nuevos inversionistas, y más que nada nuevos talentos a todos los niveles de la producción. En este sentido, más allá de ser un acosador sexual, Harvey Weinstein se había convertido en un obstáculo para nuevos y emergentes personas que de forma individual o colectiva querían decir otra.

La comunidad que ha tomado más ventaja de esta apertura lo es la comunidad afro-americana o afrodescendiente. Es impresionante lo que ha pasado en los últimos dos años. Para muestra un botón. La película Black Panther (Dir. Ryan Coogler, EE.UU., 2018), la más lucrativa del 2018, y una de las más productivas financieramente en la historia del cine, la dirigió el afroamericano Ryan Coogler. Esto era muy difícil de que pasara con la empresa Weinstein activa. Pero nada, no sigo por esta línea. Para muestra un botón. Investiguen en que andan hoy Jordan Peele y Michael B. Jordan,. Hagan una búsqueda. Ambos se han consagrado hoy como los líderes de un movimiento cultural que a partir del cine se está dando en los EE.UU.

Pues bien vine hoy hablar de la nueva del director de cine afro-británico Steve McQueen. Este un director nominado y recipiente de un Oscar por su trabajo en Twelve years a slave (Dir. Steve McQueen, EE.UU, 2013 – mejor película). McQueen se las trae. Ahora nos presenta su nuevo filme, una película completamente contemporánea, que se desarrolla en el distrito político #18, del barrio afroamericano de Chicago. Widows (Dir. Steve McQueen, EE.UU-Reino Unido, 2018) es un excelente producción consistente con el momento revolucionario que vive el cine americano hoy. Bajo la hegemonía de los Weinstein esta película no habría sido posible. Hoy los tiempos han cambiado. En esta película, los problemas sociales, todos, se presentan de distintas formas y maneras, muy bien articulados, sin excesos innecesarios.

En una combinación poco vista, la película nos cuenta la historia de Veronica Rawlings (Viola Davis) ante la partida súbita de su marido Harry Rawlings (Liam Neeson). Ella una destacada líder sindical. Él un destacado hombre del bajo mundo, seudo mafioso, de Chicago. En el proceso, él “muere” en una actividad delictiva que desencadena toda la trama de la película. Eso no es Hollywood. Se trata de una nueva narrativa que podría llamarse Afrowood. Un éxito la historia poco convencional que nos cuenta McQueen en este inusual drama, donde la mayoría de los actores son anglos, pero de Inglaterra, Australia, Irlanda del Norte; pero más que nada son afrodescendientes.

La película combina actores de primera línea y de reparto de una calidad excelente. Varios de ellos/as ganadores de Oscar, entre otros, y/o nominados para estos. También la película le rinde culto al neorrealismo italiano, con tomas a distancia donde todo es posible.

No cuento pues podría reducirla a una película de ladrones donde hay varios muertos. Pero no es eso. McQueen se cuidó de hacer una película cuestionando los mitos del hombre y la mujer blancos, del discurso hoy un tanto no aceptado por las nuevas generaciones de cineastas negros, que profesan una mirada muy distinta de cómo se constituye el racismo en la sociedad americana contemporánea.

La película mezcla razas, clases, y nos ofrece una lectura cultura de una ciudad de Chicago completamente vibrante en multiracialidad y multiculturalismo. De todas las escenas solo destaco una. El encuentro entre (Michelle Rodríguez, actriz boricua/dominicana) y un actor no identificado, el esposo de la arquitecta Foster. La escena ni Luis Buñuel, ni Pedro Almodovar, ni David Cronenberg, se la hubieran imaginado. La escena, la cual la defino como el “beso neorrealista” no tiene precedente. Es una, simplemente, excelente. ¡Chapó! para McQueen por haberla pensado así.

En fin, esta película es una que compite para varios premios en el certamen Oscar 2018 (se celebra en el 2019). Por lo pronto Viola Davis debe ser nominada para mejor actriz, y podría llevarse en esta ocasión el primer premio. Usted, mientras llegamos al 2019, vaya a ver la película. Es simplemente excelente. Adelante a los afrodescendientes anglo parlante, tanto en Hollywood como en el Reino Unido. En particular a Steve McQueen por su consistencia en su trabajo. Adelante.