¿Cómo no ver que la campaña del gobierno/PNP para disminuir el derecho a la Fianza es una muestra más del desprecio hacia los desposeídos? Es racista. Es obvia en su posición en la lucha de clases que cada día se declara a los cuatro vientos. ¿Quiénes son los ‘ellos’ a los que se refiere, si no los pobres, los negros, los marginados? Es además demagógica. Y los medios que tomaron y prestaron la foto de los muchachos esposados sacando el dedo del medio y en actitud de guapos luego de cometer un asesinato para la campaña del gobierno/PNP contra la fianza, también lo son, pues es evidente que dicha representación levanta pasiones de odio contra los de siempre: los jóvenes desplazados que son la mayoría en la cifra interminable de asesinatos en el archipiélago borincano. En su manipulación, Alejandro García Padilla se ha sumado a esto, y muestra, una vez más, la costura neoliberal y clasista de su desnudez.
¿Cómo canalizar estas tensiones, estrés, violencias, preocupaciones, enfermedades en fuerza solidaria, en esperanza colectiva, en organización política? Los nuevos movimientos y partidos emergentes, junto a organizaciones de base y medios de difusión crítica, poco a poco, paso a paso, van abriendo un camino que lleva décadas en lento ‘desarrollo’. Ojalá dichos grupos se conviertan en plataforma e infraestructura política que dé un salto cualitativo urgente para poder resistir y transformar el ataque frontal, pues si no sucede algo, pronto, las posibilidades de vidas dignas en este territorio-país continuarán desapareciendo a una velocidad tal vez sin precedente, al menos en las últimas décadas.
Seguir contra toda esperanza cultivando posibilidades de lucha y resistencia, de alternativas aquí y ahora, con las posibilidades que se tengan, no es opción sino una obligación que no puede esperar más. O resistimos y transformamos las políticas y el sistema que nos estrangula, o no nos quedará ni la vergüenza para alcanzar a vivir dignamente como sociedad.