Este pasado fin de semana estuve visitando Aquasol en el Parque Julia de Burgos para llevar a mis niños a un cumpleaños de trillizos. El parque es muy lindo, además de seguro y en muy buenas condiciones. Coexisten personas de todas las clases sociales en armonía y diversión. Sobre todo resultó ser una experiencia muy divertida y refrescante. Esa experiencia me hizo reflexionar sobre lo que está ocurriendo en Carolina. Desde inicios de este año nos hicimos socios del Museo del Niño en Carolina y nuestros niños no se cansan de pedir que regresemos. Hace algunos años jamás hubiese pensado en Carolina como destino de recreación de primera para mis hijos de edad preescolar. Ahora se ha convertido en un destino de nuestra predilección.
Para mi un buen gobierno no es necesariamente determinado por su tamaño. Existen preguntas mucho más importantes para definirlo: ¿Atiende las necesidades de sus ciudadanos de manera efectiva y participativa? ¿Sus políticas públicas van dirigidas al bienestar y desarrollo de todos o se concentra en el bienestar de unos pocos? ¿Se administra el presupuesto de una manera clara y justa para sus contribuyentes?
El Museo del Niño de Carolina es una instalación única en Puerto Rico y el Caribe creada por el Gobierno Municipal Autónomo de Carolina. El Museo consta de 103 con exhibiciones interactivas en la que los niños se conviertan en los protagonistas principales, al tiempo que sirva de eslabón para unir a las familias que los acompañan y promueven su asistencia. Es un lugar idóneo donde convergen el arte, la ciencia, la tecnología y el ambiente. Entre las exhibiciones, se destacan temas como: Volcán, Vida Marina, Mini Ciudad, Transportación, Energía Alterna, Física, Salón para Pequeños, Elementos de Agua, el Universo, Teatro, Eco Sistemas, Construcción y Música. Además, en su exterior, los visitantes encontrarán una pista de Go Karts, juegos de entretenimiento para niños y un avión real, donado por American Airlines.
El Gobierno Municipal Autónomo de Carolina tiene otros dos proyectos dirigidos a la niñez, los parques acuáticos Aquasol. El primero de estos ubicado en el Parque Julia de Burgos, y el segundo en el Balneario de Carolina. Son coloridos, apropiados y seguros para niños menores de 12 años. Sobre su superficie descansan una variedad de juguetes interactivos de agua, con la tecnología más moderna del Caribe utilizando sistemas de controles y censores que aseguran un movimiento de alta calidad. Poseen chorreras y las piscinas no exceden las ocho pulgadas de agua.
Y por que incluir estos proyectos en economía solidaria. Me parece que son proyectos bien pensados, que les brindan la oportunidad a niños de todas partes a disfrutar, aprender y experimentar en sana convivencia. A su vez están creando empleos y atrayendo visitantes a Carolina. Sus entradas tienen un costo pero es muy accesible y necesario para que los proyectos sean sustentables a largo plazo y mantengan el nivel y la calidad merecida.