El día no fue el imaginado. Se supone hubiese hecho ejercicios pero decidí desde temprano en la mañana hacer una investigación pendiente. Así las cosas a eso de las nueve de la mañana ya estábamos encaminadas hacia esa barriada ubicada en medio del área metropolitana para determinar si el punto de droga estaba a menos de mil metros del parque infantil. Una vez concluimos nos topamos con una de esas experiencias que nos hacen el día.
Resulta que saliendo en el carro de una super cadena, nos topamos con una mujer en contra del tránsito. Por supuesto , si nosotras no retrocedíamos para darle paso a esa mujer errada, no podríamos salir. Una vez concluida la maniobra, mi amiga algo molesta, le dijo como toda una “yale” a la otra mujer que devolviera su licencia. Para nuestra sorpresa, la señora contesta, “si supieran el mal rato que he pasado. Se me ha metido un pájaro en el carro.” Nuestras carcajadas no se hicieron esperar. ¿Quién no se asustaría si se le mete el pájaro en el carro?
Vimos RBG, el documental. Ruth Bader Ginsburg es una juez del Tribunal Supremo que tiene 84 años de edad. El contraste entre un Kavenaugh y la vista de confirmación de la Juez, es marcado. Cenamos, hablamos, y nos reímos de los absurdos de la llamada “nación poderosa”. El problema es que lo que suceda en la nación norte americana repercute en nuestra Isla del Encanto. Paréntesis, ¿dije encanto? Huy, mi isla dista mucho de se un encanto ya hace algún tiempo. Pero en este mundo bizarro en que vivimos, pensamos que Cacho pudo haber enviado a matar a Aurea, y pasó lo que ya todos sabemos. Teorías. Descabelladas, pero son teorías.
También nos preguntamos de dónde salió esa advertencia presidencial en los celulares de todas hace par de días atrás. No es descabellado visualizar a este presidente de Estados Unidos apretando el botón del pánico. Es que el mundo está tan convulso. Pero mientras tanto, las chicas reunidas, celebramos nuestra amistad. En la parte sénior de la vida, las amigas son importante. Celebrarlo es lo mejor. Ah y no se me olvide, ¡que viva también el pájaro carpintero!