Febrero 5 : Año Nuevo en China

Caribe Hoy

altVienen a mi mente recuerdos de cuando era niña sentada viendo caricaturas televisadas donde un personaje hacia un túnel en la tierra para escapar, y al otro lado salía por China. Al otro lado se encontraba con campesinos vestidos en sus trajes tradicionales con sombreros circulares y puntiagudos. En mis dos viajes a este país, uno en 2010 y ahora en 2018, las ciudades modernas de la China en nada tienen que ver con esas imágenes de las caricaturas de mi infancia.

Hoy día las grandes ciudades Chinas: Bejing, Shanghai, Tianjin y Chongqing, a mi parecer son catálogos arquitectónicos de edificios y tecnología moderna. Es interesante que en la región de Chongqing el terreno se considera escaso y por eso las familias viven mayormente en edificios de multi pisos. Digo interesante porque ocupando China tanto territorio no pensaría que el mismo se visualizara como uno limitado. En ese sentido, me hace pensar que en Puerto Rico, a pesar de sus límites geográficos, aún las familias viven en casas de una sola planta. En Chongqing la ciudad parece sembrada de edificios. Así mismo lucen otras grandes ciudades Chinas.

El arte y la cultura china son muy interesantes. El próximo 16 febrero se celebra el año nuevo. En el calendario chino este año es el del cerdo. El año del cerdo aplica a los nacidos en los años 1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995, 2007 y 2019. En la astrología china, el cerdo representa un ser fuerte, duro y alegre. Se supone que las personas nacidas bajo este signo no guardan resentimientos, intentan mantener buenas relaciones, son pacientes y buenos maestros. Sin embargo también son muy crédulos, ingenuos y fatalistas.

En preparativo para la celebración del nuevo año, todas las calles de la ciudad están decoradas con luces; y los arboles adornados con ornamentos en preparativo para la gran celebración. El año nuevo, sin embargo, se celebra en familia. De modo que se da una de la mayores migraciones del mundo dentro del propio país ya que las personas viajan a reunirse con sus familias en sus lugares de origen.

En este viaje algo que quedó claro es que todavía la cultura china venera y respeta a sus mayores. Los consideran personas sabias en conocimiento por el tiempo vivido. Esto lo aprecié innumerables veces durante nuestra estadía. Fuimos invitados en múltiples ocasiones por familias chinas a cenar, y en todas y cada una de las cenas mi Madre fue llamada a ocupar el sitio principal de la mesa; ese sitio reservado para la persona más importante en el grupo. Mi Madre, con sus casi 83 años, se sintió muy alagada por ese gesto, que nosotros desconocíamos pero que aprendimos de esta cultura. Eso me trae al tema de la vejez en la isla. En la cultura occidental, nuestros ancianos adultos son muchas veces relegados y olvidados. Son tratados como cargas pesadas e inútiles. Puerto Rico no es ajeno a esa mentalidad. Tal vez debemos

aprender y adoptar de la cultura china ese buen trato a la tercera edad. La población de Borinquen va envejeciendo cada día más. Aprendamos a honrar y apreciar nuestra vejez, así también se hace la patria.