Si no fuera por el apoyo de nuestros en la familiares en el extranjero las crisis económicas serian más difíciles de sobre llevar en el Caribe. Recuerdo las anécdotas de mi abuelo por parte de padre de cuando era joven y por necesidad económica partió a trabajar a los Estados Unidos. Nos contaba con mucho orgullo como mandaba gran parte de su salario a su familia en Puerto Rico. Luego escuché a mi padre contar como también partió a los Estados Unidos y enviaba parte sustancial de salario a su mama para ayudar a su familia. En conversaciones con amigos de las comunidades Dominicanas y Cubanas en Puerto Rico siempre cuentan como envían dinero a sus familias en sus países. Así mismo ocurre con nuestros hermanos Jamaiquinos, Trinidenses y otros caribeños.
Históricamente la ayuda de las diásporas a sus familias en el Caribe crea una solidaridad que ayuda a sobrevivir las crisis de sus islas. Es importante que consideremos esas diásporas en tiempos de crisis y de bonanzas. Es fundamental apoyar el desarrollo de esas comunidades en la diáspora y mantenerlos vinculados a las realidades en nuestra islas. Vincularlos a nuestros proyectos económicos, sociales, ambientales y culturales facilita el desarrollo de nuestras economías isleñas solidarias.
Recuerdo como la participación de las comunidades puertorriqueñas en los Estados Unidos fue importante para la lucha de Vieques. Los intercambios con los líderes Puertorriqueños de la diáspora y los Viequenses propició tanto iniciativas locales como internacionales que fortalecieron la lucha. Participé en una de la iniciativas locales facilitando que más de 60 líderes comunitarios de San Juan participaran en uno de los intercambio entre la diáspora y los lideres Viequenses, y conocieran de primera mano la realidad que vivían los Viequenses. Esto logró como resultados la empatía entre comunidades.
Otro proyecto que apoyo efectivamente las Comunidades Puertorriqueñas hace algunos años fue el trabajo realizado por Maricarmen Aponte cuando dirigía la Oficina de Puerto Rico en Washington. Allí hubo una gran campaña de movilización electoral de los puertorriqueños en Estados Unidos que impulsó el poder electoral boricua y eventualmente facilitó la elección del primer afroamericano como Presidente de los Estados Unidos.
Así mismo el trabajo de organizaciones como Agua, Sol y Sereno y Proyecto Matria visitando comunidades Puertorriqueñas en Estados Unidos han permitido el compartir de experiencias comunitarias entre hermanos puertorriqueños en y fuera de Puerto Rico. Y no podemos olvidar los movimientos solidarios en apoyo a los presos políticos Puertorriqueños, que han hermanado ambas comunidades en defensa de nuestros patriotas modernos.