Perfectos desconocidos o la importancia de conocer [bien] a tu pareja

Cine caribe

altEs una película dura. Es una película que uno la debe de ver a las 12 del día, y no en la última tanda de la noche. Perfectos desconocidos (Dir. Manolo Caro, México, 2018) se estrenó en Puerto Rico, en los cines de gente que discierne (eso dice la promoción) y al sol de hoy sigue ahí, luego de tres semanas en cartelera. Ha gustado.

Se trata de la tercera versión sobre el mismo guion. La primera versión es la original, italiana, Perfetti sconosciuti (Dir. Paolo Genovese, Italia, 2016). Luego vino la versión española, Perfectos desconocidos (Dir. Alex de la Iglesia, España, 2017) y finalmente la que tenemos en Puerto Rico que es de origen mexicana. Sin haber gozado de la oportunidad de haber visto las primeras dos versiones, doy fe que con esta tercera versión es más que suficiente. Es una película durísima.

Tres parejas se convocan a una cena. Una cuarta pareja llega a mitad. Solo llega él. Entonces, entrada la noche, una de las mujeres Ana (Ana Claudia Talancón), la anfitriona, invita a los presentes a un juego: revelar todo mensaje de texto, llamada u otro asunto de telefonía digital que les llegue a los comensales durante la jornada de la cena. Lo demás es, literalmente hablando, Sodoma y Gomorra.

Entonces, que decir, que se trata de un filme cruel en el cual todos y todas nos hacemos una pregunta clásica de la vida postmatrimonio en Puerto Rico: “yo no conocía a mi pareja tan bien hasta que esto colapsó. Resultó ser un charlatán.”

En fin que la van a ver si les gusta este tipo de cine. Pero fue un tanto perturbante la película. Uno no se esperaba nada tan duro durante la semana. Pero lo que pasa al final, es peor de duro. En fin, que uno no conoce a su pareja del todo bien, pero cuando la conoce….normalmente, uno se queda con su pareja. La película es un rollo duro y puro. A verla, pero a las 12 del día.