Fortuño y el Guaguancó de los Mortales

Cultura

Para mí el guaguancó es una alborada

Es la tristeza que me hace sonreír cada mañana

Es lo que llega desde el barrio al alma adentro

Lo que se filtra por el mismo corazón

Lo que en las venas se hacen locos sentimientos

Lo que me hace palpitante de emoción

Para mí todo eso es guaguancó

Para mí todo eso es guaguancó

 

Es más que la mulata que menea

La cintura como una revolución

Va más allá del toque de un tambor

Y hasta el amor me parece un guaguancó

 

Para mí el guaguancó es una alborada

Porque en el alma se prendió como una luz

Es una fuerza penetrante de verdad

Es la cadencia que me da felicidad

 

Andy Montañez, interpretando a Tite Curet Alonso

Sabemos que el momento es uno difícil, pero no por eso hay que irse del país. Es un momento que requiere mucha sensibilidad para identificar los cursos por los cuales transita el país, ése que es una camiseta estirada que dice Puerto Rico, pero también el país que componemos personas como tú y como yo, las que a diario nos topamos con situaciones de vida y muerte que nos hacen pensar que vivir en up-state New York debe ser mucho más pacífico que estar en medio de la Baldorioty de Castro. Pero no nos hemos ido, y debemos continuar aquí enfrentando el país con respuestas concretas para cambiar su curso.

Al momento de reflexionar para escribir este ensayo, me inspiré inicialmente en la figura de Carlos Correa. El héroe de verano que todos y todas necesitamos para sentirnos bien con Puerto Rico. Pero también se encuentra Javier Culson, otro héroe de verano que nos hace sentir más que orgulloso de ser puertorriqueños. Pero podría también pensar en Miguel Cotto, derrotado por Floyd Mayweather, pero victorioso para todos y todas nosotros(as). Ahora bien, el país nos hala hacia abajo, y nos distancia inmediatamente de los momentos de gloria. El país es un proceso real, continuo y sobre todo, que requiere mucha atención.

A unos meses de las elecciones generales (6 de noviembre) y a menos de un mes de un referéndum sobre aspectos de la calidad de vida de todos y todas nosotros(as) (19 de agosto, consulta sobre el derecho absoluto a la fianza y la reforma legislativa) debemos pensar que todos los sectores sociales están definiendo una agenda de trabajo para alcanzar sus metas políticas. No somos nosotros los únicos organizados –ellos, la derecha, también están muy organizados. Aunque, valga la pena hacer el matiz, en la medida que aún nos vinculamos de forma dominante con las causas éticamente correctas, promovemos una mirada de vida de conformidad con las posibilidades de vida reales y no las representadas, entonces hay más posibilidades de producir y provocar cambios sociales. Veamos:

 

El baseball

El problema de Carlos Correa, luego del retiro por causas naturales de la otra generación, compuesta entre otros por Carlos Delgado, Juan “Igor González”, Alex Rodríguez, y Roberto Alomar, es que pensamos que nos quedamos sin jugadores de una nueva generación. Los cambios demográficos en Puerto Rico ya surten efecto hasta en nuestra noción de quiénes van a jugar deportes, sean hombres o mujeres. En esta medida Correa, un negro, de barrio pobre de Santa Isabel, lleno de méritos personales, cristiano, y sobre todo físicamente atractivo para la prensa, nos plantea no su inmediata inmortalización, sino la falta de otros y otras mortales que también pudieran acaparar la atención.

Ya no quedan jóvenes. En Loíza, el cementerio construido más reciente, se le llama el cementerio de los jóvenes. Allí yace toda una generación de jóvenes de 20 a 24 años, que fueron asesinados. Fundamentalmente en la violencia intra-comunidad, la de negros contra negros. Pero también y en un por ciento menor, fueron asesinados por efectivos de la seguridad del estado. Todos muertos, lamentablemente.

Nos quedamos entonces sin una generación de remplazo: o murieron, o están presos o migraron. Según el Dr. Diego Zavala, salubrista de la Escuela de Medicina de Ponce, entre las edades 20 a 24 años, la principal causa de muerte para los jóvenes varones en Puerto Rico es una bala. Por cada 100 mil habitantes, en la categoría de edad descrita, 200 jóvenes mueren. Esto es estado de guerra civil. Esto es, no nos confundamos, el patrón mundial. Los jóvenes de Puerto Rico, como los del mundo según la Organización Mundial de la Salud en su más reciente informe, están convocados a morir por una bala – y que conste se debe a la violencia intra-comunitaria.

 

Stefano/Amador = Jordan

La muerte de Stefano Steenbakkers-Betancourt, joven puertorriqueño talentoso, es simplemente una estadística. Nos causa consternación y a sus familiares y amigos mucho dolor. Pero también estadística es Carmen Paredes, como los otros 520 que han sido asesinados al día de hoy. Sólo nos detenemos cuando en nuestra percepción mueren personas que no se encuentran en la categoría desechable. Son personas, por las cuales nos detenemos.

El proyecto del estado, por vía de la administración de Luis Fortuño y el Partido Nuevo Progresista (PNP), y de forma histórica con el endoso del presidente y candidato a gobernador del principal partido de oposición, Alejandro García Padilla del Partido Popular Democrático (PPD), de enmendar la Constitución, ha creado una oportunidad única. Para parafrasear aquel filme de pescadores de los EE.UU, y con la actuación impecable de George Clooney (The perfect storm, Dir. Wolfgan Petersen, USA, 2000), se trata de la oportunidad perfecta para hacer política.

De esta forma, desde abril, a través de los diálogos mensuales del Frente Amplio y la Mesa Amplia de Diálogo, que el primero coordina, se definió que la estrategia perfecta para la consulta del 19 de agosto era votar No y No en ambas enmiendas propuestas (restricción al derecho absoluto a la fianza y modificación del tamaño de la asamblea legislativa). Hoy todas las fuerzas políticas y sociales que se alinean en la banda del centro hacia la izquierda han adoptado esta posición.

La prensa dominante, las corporaciones mediáticas y sobre todo el PNP han desarrollado una aún no exitosa campaña de vincular el verano de Stefano, con nuestro verano. No es correcto. Estadísticamente hablando, hoy tenemos 110 asesinatos menos que el año pico de 2011 (donde hubo un total de 1136 asesinatos). En esta medida, la tendencia según la estadística es a un declive consistente, lo cual nos devuelve a menos de 1000 asesinatos. Esto no es motivo de celebración, pero hay que poderlo explicar.

En el caso de Loíza, a través del proyecto Acuerdo de Paz, el cual curiosamente fue impulsado por la administración de Luis Fortuño, es donde mejor se puede explicar esto. Si cada vez que uno cuenta una estadística de una muerte, realiza el análisis de la edad del muerto comprobara que el 90% de los que fallecen están en la edad de 20 a 24 años. Es decir, menos peloteros, menos estudiantes en las universidades, menos compra en los centros comerciales. De igual forma, y de forma progresiva, menos muertos. En Loíza al día de hoy ha habido una baja dramática en los asesinatos, de cerca de un 80% en comparación con el año pasado. En parte al éxito del programa Acuerdos de Paz; pero también a los cambios demográficos – no quedan muchas personas a quien asesinar.

Pero Jordan Arroyo, doña Catalina Reyes, e incluso Miguel Cáceres (asesinado por la Policía en el año 2007) nos recuerdan porque luchar en contra de las enmiendas a la constitución. Lo que necesitamos hoy es afirmar que no somos parte del problema, sino la alternativa a éste. Esto en particular, porque de forma concurrente todas y todos nos oponemos a la tendencia creciente de más poder al estado, de una cultura que ve como normal que los federales te arresten por dos semanas sin prueba real y a un accionar policiaco que intenta asesinar a una anciana porque no se quiso detener. La posición ante esta tendencia debe ser a no perder, a no negociar, a no intercambiar ningún derecho adquirido.

 

La ‘guachafita’ del idioma

Janet Napolitano, la secretaria de Seguridad de los EE.UU, llegó recientemente a un encuentro con las agencias de seguridad en Puerto Rico. Esto a pedido, insistencia y persistencia de la administración de Luis Fortuño. Las incongruencias del presidente Barack Obama, producen esta cumbre. Esto, dado que en su participación hace unos meses en la 6ta Cumbre Iberoamericana, éste indicó que había que buscar otras opciones, además de las represivas, para lidiar con el narcotráfico. Hoy nos indican que reforzarán todas las medidas para resolver el problema, incluyendo traer aviones no tripulados llamados Drones, incrementar el aparato militar y de seguridad federal, y continuar encarcelando a toda una generación de jóvenes puertorriqueños a quienes se les impone otro tipo de destierro, la cárcel, normalmente en Atlanta, Georgia.

Entonces, Fortuño lo que logró es que nosotros, con una población más adulta, más conservadora, más confiada siempre en el gobierno, aceptemos su lógica de mayor represión, con corte federal. Esto nos deja en un difícil predicado, pues la anexión a los EE.UU. se da por distintas vías, una de ella es la federalización de nuestro sistema de justicia criminal. Desde septiembre de 2010, la administración del PNP decidió que ciertos casos se federalicen. Inicialmente, todo caso donde se diera un asesinato con arma ilegal, o donde hubiese disparo con bala (para aplicar la cláusula de comercio interestatal, lo cual federaliza los delitos). Hoy, tenemos a sobre 30 jóvenes en el corredor de la muerte del gobierno federal de los EE.UU. Mas aún se han realizado sobre 400 arrestos, de personas que serán “deportadas” por periodos prolongados a los EE.UU. Son familias que pierden su derecho a ver a sus seres queridos en la cárcel local. En fin, que hemos vuelto a los días difíciles del colonialismo clásico.

Pero el PNP tiene una estrategia, como la tienen los 900 mil boricuas que se fueron a uno de los tres estados más conservadores de los EE.UU. –la Florida. Es decir, no es que todo esté en inglés, sino que todo se federalice, para que, y como decía el fenecido Juan Mari Bras, la estadidad se imponga de facto. En una población que según el censo federal del 2010, el 96 por ciento de la población habla sólo español, convierte en ridículo la posición del PNP. O mejor dicho, convierte a Puerto Rico en una situación similar a la de Namibia en el 1990, que ante un país con múltiples idiomas se impuso el inglés como idioma unitario. Con una importante salvedad, el español, idioma también colonial, ya había asumido ese rol. Se impuso ante el taíno y ante el walof (por decir una lengua de Senegal que llegó a Puerto Rico con los esclavos). Defender el español es oponerse al PNP y a su estadidad de facto.

 

Hacia una emergente política de izquierdas

Sí hay nuevas luces en el camino. Tal vez, y muy personalmente hablando, la iniciativa más importante es la Mesa Amplia de Diálogo que el Frente Amplio ha ido impulsando. Momento de diálogo de las nuevas izquierdas emergentes, como también de las más antiguas. Un espacio donde se han juntado por miradas de lo común, tanto el Movimiento Unión Soberanista, el Partido de Puertorriqueños por Puerto Rico, el Partido del Pueblo Trabajador y el movimiento social Alianza pro la Libre Asociación Soberana.

Este junte, a través de la Mesa Amplia de Diálogo, con otras organizaciones de la sociedad civil ha permitido realizar una concertación, inicial, en oposición al referéndum del 19 de agosto de 2012. Todas y todos decimos No y No. Pero se trata de un inicio. Se trata también de decir, que en lo político no todo está echado a perder. Que si hay esperanza de por lo pronto coincidir en puntos comunes, y a partir de ahí tomar acciones en conjunto.

 

Fortuño ante la vida

Desconozco si Fortuño gana o no las elecciones. Lo que sí sé es que por primera vez en mi vida, las elecciones del 2012 presentan importantes oportunidades. Una, es de votar no a las políticas de los dos partidos dominantes. Otra, es de poder escoger entre cuatro partidos de centro izquierda, esto incluye al Partido Independentista Puertorriqueño, que podrían ofrecer interesantes alternativas tanto en la Legislatura como en algunos municipios. La concertación debe ser al junte por lo común –provocar un mejor Puerto Rico.

 

Conclusión

Sólo Andy Montañez pudo interpretar ese homenaje de Tite Curet al baile de los mulatos, de forma tan excepcional. Esto es el Guaguancó para mí se inmortalizará a partir de la interpretación de Andy. Ahora bien, en un país que se construyó siempre a partir del baile, la botella y la baraja, la pregunta de rigor es cómo los subalternos todos y todas, podemos subvertir ese destino.

Pienso que sólo a partir de la propia lógica impuesta. Es decir, a partir de la apropiación del mismo baile, canto, fiesta. Es a partir de la radicalización. Por eso es que los jóvenes que aún nos quedan, nos hablan de otra posibilidad de vida, reconociendo que se es víctima pero también defensor de derechos (Jordan Arroyo). Otras generaciones nos indican que el sacrificio sigue ahí (Tito Kayak en su kayaqueada histórica por el Caribe/Taíno/Caribe). Pero también está doña Catalina Reyes, quien no se ha callado para decir que el acto cometido por el policía municipal Emanuel Díaz Ortiz, constituye un abuso, contra ella y contra toda la población.

Todo eso es Guaguancó. Es la subversión del orden, hecho ritmo, hecho música, hecho cadencioso.

 

*Este artículo fue publicado en Claridad el 24 de julio de 2012.