El pueblo salió a las calles cuando se cumplen cuatro años de la firma del decreto del exmandatario Barack Obama (2009-2017) que declaró a Venezuela como una amenaza 'inusual y extraordinaria' a la seguridad nacional y a la política exterior de ese país.
Cientos de miles de venezolanos expresan ayer sábado 9 de marzo su apoyo al Gobierno de Nicolás Maduro en una movilización en esta capital calificada de antimperialista.
Para el canciller venezolano, Jorge Arreaza, esa medida sigue generando 'persecución financiera y el bloqueo económico criminal al pueblo', que sigue defendiendo su 'independencia y su derecho soberano a construir su propio camino hacia la igualdad y la paz.' La marcha coincide con las labores de los trabajadores de la empresa eléctrica que tratan de restablecer ese servicio en gran parte del país, tras el sabotaje al sistema de control automatizado de la Central Hidroeléctrica del Guri, que abastece el 80 por ciento del país.
Ayer el vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura de Venezuela, Jorge Rodríguez, demostró la complicidad de Marco Rubio, senador republicano estadounidense por el estado de Florida, con los autores de dicho atentado. En otra zona de esta capital, un grupo de opositores también realizan una marcha antigubernamental.
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, Diosdado Cabello, aseguró que la cantidad de pueblo en la calle a favor del Gobierno es la mejor demostración de patriotismo y defensa de la soberanía. Cabello reiteró su llamado a la paz, pero advirtió que si arrinconan al pueblo la lucha seguirá en las calles. En declaraciones a la prensa, calificó de criminal el sabotaje que dejó sin energía eléctrica a gran parte de los venezolanos sin distinción de ningún tipo.