Sea lo que sea, México está de moda en Hollywood. Ahora más que nunca, y luego de las “expresiones de cariño” del actual presidente de los EE.UU., Donald Trump, a sus vecinos del Sur, la industria del cine de dicho país ha optado por una lógica un tanto extraña de promover continuamente películas que aborden temas mexicanos, el problema es que todas las película en los pasados dos años, desde que inició la controversial presidencia de Trump, abordan el tema mexicano desde una mirada problemática, prejuiciada y más que nada negativa de dicho país. Digo todas las películas, sin reserva.
Entonces nos llega The curse of la Llorona (Dir. Michael Chaves, EE.UU, 2019). Esta película nos trae una leyenda forjada en México en la época colonial, en la cual una madre asesinó a sus hijos. Por falta de amor del hombre-padre que se fue. Entonces La Llorona es un alma errante, que intenta vivir a través de las épocas, intentando recuperar a sus hijos muertos. La forma de hacerlo es atrapando y haciendo suyos a partir de la muerte, a los hijos de otros.
Lo que parecía una película sacre en temporada religiosa, fue una interesante revelación del director Chaves, a quien las películas de terror le siguen. No solo es la Llorona, sino también la saga de películas de los conjuros. En esta película, Chaves quien se asume como director de los EE.UU., interpreta una leyenda sobre el país “enemigo” al sur de la frontera.
En medio de los prejuicios políticos y mediáticos, nos llega la Llorona, que se torna en interesante debido al hecho que nos narra la historia de una madre-trabajadora social Linda Cardellini (personaje Ana Tate-García) quien investigando un acto de embrujo de la Llorona, convierte a sus hijos en víctimas potenciales. El resto es Hollywood y no lo cuento, pues es la parte buena, de terror, de la película.
Ahora bien, lo más interesante es la parte no católica en la resolución del problema del embrujo. Aquí traen a un tipo de chaman llamado Rafael Olvera (Raymond Cruz). Este desenlace es, por decir lo mínimo, interesante.
Pueden verla. Sobre todo si les gusta el cine de terror. Ahora bien, ojo que es super prejuiciada contra los mexicanos.