Celebrando la Fiesta de las Mamacitas

Caribe Hoy

altEl sol sigue girando en su eje y cuando da la vuelta completa marca un año en nuestro calendario terrestre. Hoy es nuevamente tiempo de celebrar el día de las Madres. Aunque realmente a las y los progenitores, al igual que a todos nuestros seres queridos, debemos celebrarlos todos los días.

Mi grupo de amigas de infancia y escuela superior, desde hace unos años venimos juntándonos el sábado antes del día de las Madres para celebrarnos unas a otras. Lo llamamos la Fiesta de las Mamacitas. En el grupo hay quien tiene todavía a su Madre viva, y hay quienes la vieron trascender tan reciente como pocas semanas antes. Sin embargo, nos reunimos a celebrar nuestras vidas, nuestra amistad, nuestra maternidad, a nuestras Madres y sus memorias, a nuestras familias y nuestros seres queridos. En sus y nuestros nombres celebramos con margaritas.

Ser Madre requiere un alto grado de intuición y sensibilidad. Los hijos no llegan con un manual de instrucciones. Aunque es posible que las cigüeñas traviesas los hayan olvidado en el vuelo de camino. El asunto es que la Madre tiene que ir descifrando a lo largo del camino los códigos de cada una de sus criaturas. Eso las hace ser seres un tanto sobrenatural. No hay presagio más cierto que cuando una Madre hace una advertencia. Cada retoño de una Madre transforma el futuro y da la oportunidad de enfrentar retos de evolución y crecimiento.

En este día de las Madres elevo una plegaria pidiendo que algún día todas mis homólogas se encuentran en sitios seguros, donde puedan ver crecer a sus hijos e hijas con estabilidad y armonía. Pido techo, alimento, educación, trabajo e igualdad para todas las Madres del planeta Tierra y mis deseos de que celebremos la bendición y el privilegio que nos da la maternidad. ¡Feliz Día Mamacitas, las celebro!