John Wick 3, listo para matar en nombre de la paz

Cine caribe

alt“Chonqui se mató por la vergüenza que pasó”, así cuenta la canción del primer LP que en el 1967 produjo Willie Colón para la casa Fania, cantando el inmortal Héctor Lavoe. Chonqui, cuando se pronuncia en la canción crea un sonido similar a una de las películas de estreno en esto días.

John Wick - Chapter 3 Parabellum (Dir. Chad Stahelski, EE.UU. 2019) me recordó la primera grabación de Colón y Lavoe, titulada “El Malo”. En algo se entrelazan disco en vinilo y filme en digital: en la relación que uno y otro tienen con la muerte, aunque a Chonqui la vergüenza lo mató, y al personal de John Wick (Keanu Reeves) la muerte lo persigue para matarlo, aunque el, como buen actor y buen guion, se le escapó. Siempre se le escapó.

Es una saga de películas que nos dieron en entrega el tercer capítulo que en fama y creatividad, y sobre todo en género de cine culto (cult films) ha provocado que esta sea la película más taquillera del verano. Tan taquillera que rompió el record para primer fin de semana, muy por encima de Avengers: Endgame Dirs Anthony y Joe Russo, EE.UU., 2019). En su debut John Wick generó $57 millones de dólares, mientras que Avengers generó $29 millones. No se trata de indicadores de calidad, sino de riqueza que generan las películas, lo cual es un indicador primario de suma importancia para la industria del cine, como para los que la laboran. Keanu Reeves, uno de los actores, más maltratados por la industria del cine de Hollywood celebra el éxito de su filme: tiene trabajo garantizado en el futuro cercano.

Pero John Wick Capítulo 3, al igual que la original en el 2014 o su secuela en el 2017 (las tres dirigidas por Stahelski, pese que la primera es una codirección) versan sobre la vida de un ciudadano asesino, Wick/Reeves, quien vive del arte de matar y tener una ética cuestionable enfrentándose una y otra vez a la mafia rusa, que curiosamente, controla la ciudad de Nueva York. En esa medida, pese a que el mundo siempre está en su contra, realmente hablando se trata de una lucha entre discursos éticos en torno a la muerte.

John Wick 3 no se escapa de las primeras dos versiones del filme. Ahora bien, sí intenta tener unos parlamentos sofisticados donde el bien conversa con el bien, no con el mal, simplemente dos formas de entender el bien. Y John Wick es un maestro de promover una ética sin lealtad, sin decoro, sin otra ambición que nos se un anarquismo de “sálvense” sólo los que yo quiera.

Si usted desea ver a Keanu Reeves en un buen momento de actuación, vaya a verla. Las coreografías de la muerte, lo ayudan en un filme estéticamente tan hermoso como Blade Runner (Dir. Ridley Scott, EE.UU., 1982/1992). Es un homenaje a la estética de la vida post… evento o trauma.

En fin, que es un filme que debe ver si le gusta el baila, pues casi en todos los asesinatos se baila una coreografía, y luego en la intertextualidad de filmes sobre filmes que el director Stahelski quiso homenajear. No está mal, si le gusta pensar en filmes históricos. Verla a su discreción.