Yesterday o la cultura pop sin memoria colectiva

Cine caribe

altFui a ver Yesterday (Dir. Danny Boyle, Reino Unido, 2019), pues hablar de la música de los Beatles, y recordar el pasado de la industria musical, es siempre un momento inolvidable. Pero más que nada, porque la película fue dirigida por Boyle, a quien lo he seguido de un tiempo para acá desde que se inventó, como todo buen irlandés crecido en Inglaterra, el filme Trainspoting (Dir. Danny Boyle, Reino Unido, 1996). Con este filme, cambió la dirección del cine cult/pop británico, así como nuestros entendidos del colonialismo interno como lo llamaría Juan Mari Bras en su momento.

Pero luego le vino la fama a Boyle, y con la película Slumdog millionaire (Dir. Danny Boyle, Reino Unido, 2008), obtuvo ocho estatuas del Oscar en la edición 2009, incluyendo mejor película y director. Un genio. Y dentro de su genialidad, uno de los atributos más importante de Boyle es ser siempre irreverente, cuestionador y promotor del cambio del paradigma visual y estético.

Hay mucho de Boyle en la película Yesterday. En la misma se narra la vida de un joven cantante, de origen desconocido pero sin lugar a dudas del subcontinente de la India, Jack Malik (Himesh Patel) quien asistido por su amiga de infancia y manejadora, Ellie (Lily James) intenta incursionar en el mundo, que aún controlan en parte los británicos, de la música pop. Dicho esto, Jack/Himesh, simplemente fracasa en su intento.

Pero como la vida da vueltas, y ante un accidente de carreteras y un gran apagón global, al despertar Jack/Himesh lo hace recordando cuatro elementos que nadie se acordaba: que los Beatles existieron y siguen siendo la banda más importante en la historia de la humanidad; que la Coca Cola existió; que Harry Porter es una novela; y que la gente solía fumar cigarrillos. Pero el resto de la humanidad no se acuerda.

El resto es una película de Boyle que juega muy inteligentemente con los componentes de la cultura pop, como se hace y se promueve la misma. En este sentido, con una docena de canciones, las cuales inmortalizan a Jack/Himesh, literalmente representando a los Beatles, se entrecruza con el amor de Ellie/Lily por Jack/Himesh. Pese a que la película pierde sentido por el subtema del amor, explorar las dimensiones de la cultura pop y la memoria colectiva, es un gran acierto de la película.

Hay que verla como entretenimiento ligero. No hay pretensiones. Lo más valioso, la creatividad de Danny Boyle. A verla sin condiciones, pese a los límites del guion.