Lluvias borrascosas: un libro esencial sobre el independentismo boricua

Cultura

alt(San Juan, 11:00 a.m.) El recién publicado libro “Lluvias Borrascosas” ofrece un visión de una época en que el independentismo puertorriqueño se enfrascaba en un debate sobre si puede sobrevivir el socialismo electoral en la época agria de la Guerra Fría.

El libro coordinado por los profesores Néstor Duprey y Mayi Marrero junto con José Sánchez Jorge, estudiante doctoral en historia, intenta y logra presentar un cuadro que invita a la reflexión sobre un periodo difícil pero muy fértil de los movimientos independentistas de Puerto Rico durante una etapa en que el independentismo trata de unirse, a través de distintos enfoques socialistas.

Este tomo está mayormente compuesto de entrevistas de varios de los principales actores de esta época: Rubén Berríos Martínez, Juan Mari Bras, Carlos Gallisá, Luis Angel Torres, Norman Pietri y Antonio “Toño” González, quien no era proponente de ninguna corriente de socialismo, pero sus entrevistas incluidas son importantes porque fue el último candidato de Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) que representaba, en aquel entonces, la visión conservadora del partido. Desde el 1948 el PIP ha sido la principal voz electoral del ideal del independentismo nacional, a pesar de que desde el 1952, cuando se convirtió en el segundo partido de Puerto Rico al aglutinar alrededor de 125,000 votos, ha tenido que reinscirbirse varias veces.

Cuando hablamos del socialismo, hay distinciones. El PIP, que fue a la elección general del 1972 por primera vez abogando lo que se conoce como el socialismo democrático. Otras visiones son variantes de lo que el líder del PIP llama el socialismo científico al referirse de la vertientes más radicales y cercanas del Marxismo-Leninista.

Tenemos una época en que el miedo a la independencia fue demonizado en Puerto Rico a través de distintos tipos de represión. Se cuestionan algunos sectores de momento si el ideal del independentismo necesariamente tiene que acudir a unas elecciones generales. El Movimiento Pro Independencia (MPI) fue fundado en el 1959 posando esa pregunta. EL MPI, cuyo líder más reconocido era Juan Mari Bras, luego dirigente en los setenta del Partido Socialista Puertorriqueño (PSP), que abogaba por un socialismo más afín con el establecido por la Revolución Cubana. La participación electoral del PSP, ya extinto, fue en el 1980.

El periodo de reflexión sobre la utilidad de que el independentismo acuda unido a una elecciones surge ante los varios desarrollos en el mundo desde el 1959, incluyendo la Revolución Cubana y las tácticas de la Guerra Fría (principalmente de los Estados Unidos) que trataron de ahogar el ideal de la independencia. Luego surgieron más debates como el movimiento contra la Guerra de Vietnam y el movimiento sindical en Puerto Rico, que se ampliaron a través de los sesenta y setenta. Estos enfoques ayudan en convertir el movimiento independentista en uno de diferentes enfoques de lucha.

Interesantemente, algunos de los entrevistados aluden a que aún en un partido marxista como el PSP, siguió vivo; los elementos viejo nacionalismo, que en Puerto Rico representó Pedro Albizu Campos del Partido Nacionalista Puertorriqueño, nunca desapareció. Se dice que algunos miembros del PSP no tenían esa visión totalizante del Marxismo internacional, sino que eran un tercio marxista, uno nacionalista y otro cristiano. Como es el puertorriqueño no podría ser de otra manera en el Puerto Rico de entonces, y aun el de ahora. El nacionalismo ha estado entronizado en las mentes puertorriqueñas, y la figura de Albizu es más importante que nunca hoy en día dentro del independentismo puertorriqueño en general.

Los entrevistados hablan de los movimientos clandestinos que se manifestaron en los sesenta y sesenta, pero solamente como otro método de lucha. En otras palabras, no ofrecen mucha información sobre estos más allá de reconocerlos en la lucha independentista de la época. Una entrevista toca el tema de los presos que se unieron al movimiento independentista de líderes de confinados como Carlos “La Sombra”. Prueba de no se deja sin mencionar todas las voces independentistas de la época.

Para Carlos Gallisá la creación del elemento electoral que fue el PSP, fue un error porque era proponer algo para que él no se habían dado las condiciones necesarias para esta lucha. Norman Pietri, uno de los fundadores de La Federación Universitaria Pro Independencia en 1956 y distinguido abogado laboral, suena en sus entrevistas un tanto melancólico sobre el movimiento independentismo en general, cuestionando si han sido eficaces las vertientes del independentismo en general al examinar la historia tanto de aquellas décadas de los sesenta y cincuenta y la misma época actual.

A través del libro los entrevistados hablan sobre los intentos fallidos de fusionar la lucha independentista en un solo movimiento o partido. Rememoran las marchas nutridas contra la reunión de los gobernadores de Estados Unidos en Puerto Rico y la protesta contra la celebración del concurso de belleza que eligió a la representante de los Estados Unidos al concurso Miss Universo. Estas marchas se dieron en los primeros dos años de la década de los setenta, especialmente la de la reunión de los gobernadores, provocó que al menos 100,000 independentistas marchasen. No sé si esto podría darse en estos días.

Los mítines de los movimientos o partidos independentistas a partir de la última mitad de los sesenta y parte de los setenta eran numerosos. Todo esto ha cambiado, lo que hacer a uno pensar si todos los esfuerzos y candente debate en estos años valieron la pena. Siento un gran pesar al decir esto.

Además hay discusiones sobre la incursión de los independentistas en entes internacionales como las Naciones Unidas y organizaciones dentro de Latinoamérica, entre otras.

La lectura de esta obra es fascinante. La obra contiene bastantes fotografías, discursos, y hasta de comunicaciones de las autoridades norteamericanas sobre Puerto Rico, que añaden mucho a la obra. Deseo que al menos este tomo despierte la curiosidad de los investigadores de historia de ahora y el futuro. Hace falta.